Alcázar de San Juan no es «El lugar» del Quijote

Hay un escritor alcazareño, don Luis Miguel Román, que ha escrito Mi vecino Alonso (publicado en 2010), que defiende que Alcázar de San Juan era el «lugar de la Mancha» del que Cervantes no quiso acordarse. Realmente se trata de un excelente trabajo de investigación, que ha estudiado y reflejado para aplicarlas a su teoría, las numerosas declaraciones que los diferentes pueblos de la zona hacen a Las relaciones de Felipe II de 1575, excepto las de Alcázar que se perdieron.

Luis Miguel Román defiende además que la venta que hubo en Manjavacas[1] pudiera ser donde don Quijote fue armado caballero. En el blog de este autor, «Alcazar de San Juan, lugar de don Quijote»[2], con frecuencia se dedica a rebatir las tesis de los académicos de Villanueva de los Infantes, algo en lo que coincido plenamente con él.

Cervantes, en la primera salida de D. Quijote, cuando llega a la venta donde es armado caballero, dice que van en dirección al Campo de Montiel y no concreta más, por lo que sería factible que, saliendo de su lugar (para mi Mota del Cuervo) dirigiéndose hacia el Campo de Montiel, pudiera llegar a la Venta de Manjavacas (Recordemos que Manjavacas es uno de los pueblos que componían el Campo de Montiel en 1243, junto con «El Cuervo» (hoy integrado junto a La Mota, para formar Mota del Cuervo), Criptana, Miguel Estaban, Villarejo Rubio…,  (Chaves Bernabé. Apuntamiento legal).

La cuestión viene cuando en la segunda salida, Cervantes encamina a D. Quijote y a Sancho por el mismo lugar que la primera vez. Llega incluso a concretar: «por la misma derrota (dirección) y por el mismo camino», veamos la cita:

«Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo los rayos del sol, no les fatigaban».(El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VII.).

Así que si tomaron el mismo camino y dirección en la primera y en la segunda salida y tomamos como referencia, que en la segunda salida, tras abandonar su lugar, se encontraron con la aventura de los molinos de viento de Campo de Criptana (después dice que siguieron camino hacia Puerto Lápice). Esta circunstancia aleja las posibilidades de que la Venta del Caballero estuviera en Manjavacas, ya que habría que situarla en una venta entre «El lugar» y Campo de Criptana. Esa es la lógica del relato cervantino.

 

No obstante, hay varias objeciones más a la teoría de que Alcázar fuera el lugar de la Mancha del que Cervantes no quiso acordarse. La principal es que su teoría no explica convenientemente la segunda salida del Quijote de su lugar cuando, por la noche, se dirigen por la misma derrota y camino que él había tomado en su primer viaje, que fue por el Campo de Montiel, hasta que se topan con los molinos de Campo de Criptana, para dirigirse después a Puerto Lápice. Veamos a las citas cronológicamente:

«[…] una noche se salieron del lugar sin que persona los viese; en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen […] Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por  el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo los rayos del sol, no les fatigaban.» (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VII.).

A continuación Cervantes prosigue, inmediatamente, al comienzo del siguiente capítulo, con la aventura de los molinos en Campo de Criptana:

«En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo […]«.(El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VIII).

Vemos como el bueno de Sancho Panza advierte a su amo de que no son gigantes, sino molinos de viento. Él los conoce bien, describe sus partes (aspas, piedra de moler) y detalla su funcionamiento por haberlos visto ya en su lugar ( en 1603 los visitadores de la Orden de Santiago mencionan molinos de viento en Mota del Cuervo, aunque no en tal cantidad de 30 ó 40 molinos de viento, que solo los hubo en Campo de Criptana). Veamos la cita de Sancho:

«Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino».

Posteriormente, tras la aventura de los molinos de viento, en el mismo capítulo VIII de la 1ª parte, Cervantes hace seguir a D. Quijote y Sancho su «comenzado» camino hacia Puerto Lápice, como lo indica en varias ocasiones:

«… Y hablando en la pasada aventura, siguieron el camino del Puerto Lápice, porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero» (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VIII)

Un poco más adelante, en el mismo capítulo, Cervantes deja claro el camino que llevaban y como a las tres de la tarde avistaron Puerto Lápice. veamos la cita:

«Tornaron a su comenzado camino del Puerto Lápice, y a obra de las tres del día le descubrieron.» (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VIII)

Si como este autor alcazareño asegura, don Quijote sale desde Alcázar de San Juan, con la intención de seguir su «comenzado camino del Puerto Lápice»,  para encontrarse primero con los molinos de Campo de Criptana, este trazado resulta algo incongruente desde una perspectiva topográfica, ya que ambos lugares (Puerto Lápice y Campo de Criptana), se encuentran en direcciones diametralmente opuestas saliendo desde Alcázar, como se demuestra en el gráfico siguiente y puede verse en el mapa satelital incluido más adelante.

Alcazar no es el lugar , esquema

Según esta teoría, el hidalgo y su escudero primero van a Campo de Criptana, luego vuelven sobre su propio camino pasando de nuevo por Alcázar de San Juan, para a continuación dirigirse a Puerto Lápice.

Si nos fijamos, la geografía se obstina en situar el Campo de Criptana al este de Alcázar de San Juan, donde Cervantes imaginó la aventura de los molinos de viento, un emplazamiento diametralmente opuesto a Puerto Lápice.

mapa Alcázar-Criptana-Alcázar-Puerto Lápice

Mapa satelital que indica la posición exacta de Alcázar de San Juan. Se observa que esta localidad está justamente en medio de Puerto Lápice y de Campo de Criptana (aunque más cercana a ésta última). Y por lo tanto no es posible salir desde Alcázar de San Juan en dirección a Puerto Lápice y encontrarse en el camino a los molinos de viento de Campo de Criptana, ya que están en situación diametralmente opuesta.

Además saliendo por la noche desde Alcázar hacia Campo de Criptana, al amanecer les debía dar de frente el molesto sol saliente (van en dirección levante) y no el sol de soslayo menos molesto que asegura Cervantes que les daba a nuestros protagonistas. Fijémonos en lo del sol:

«Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo los rayos del sol, no les fatigaban».(El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VII.)

Aquí el autor alcazareño dice en su libro:

«El Campo de Montiel está muy cerca del pueblo de D. Quijote, pero en dirección Este (¿?), pues les daban de frente o de lado los rayos del sol al amanecer, aunque estos no les molestaban por estar todavía muy bajos.»

Una de dos, o les daban los rayos de frente, o les daban de soslayo (algo distinto)[3] y precisamente cuando están bajos (junto al horizonte) es cuando más molestan al darles de frente los rayos del sol.

En Las relaciones de Felipe II, los habitantes de Campo de Criptana, dicen que Alcázar es el primer pueblo que está al poniente,luego saliendo desde Alcázar hacia Campo de Criptana, por la mañana, el sol de levante les molestaría de lleno.

Lo lógico sería que saliendo por la mañana del lugar, que desde luego en este caso no podría ser Alcázar, en dirección a Puerto Lápice, a los personajes les diera el sol de soslayo. Luego llegaran a Campo de Criptana, tuvieran la aventura de los molinos y siguiendo su camino en esa dirección pasaran por Alcázar y para arribar a Puerto Lápice.

Mota,vm,Criptana, Alcázar, Puerto Lápice

Mapa con el camino lógico para la 2ª salida, saliendo desde su lugar (para mi Mota del Cuervo), en dirección a poniente (por la mañana el sol no les hiere), pasan por Campo de Criptana (aventura con los 30 ó 40 molinos), pasan por Alcázar y finalmente llegan a Puerto Lápice.

Otra objeción a la candidatura de Alcázar de San Juan es que en tiempos de Cervantes, esta población no pertenecía a la Mancha, sino a la Orden de San Juan. Desde 1353, el Común de la Mancha lo formaban solo 22 pueblos y su capital fue primero Campo de Criptana y luego Quintanar de la Orden.

Tampoco Alcázar ha pertenecido nunca al Campo de Montiel, por lo que no es posible esa aseveración que hace Cervantes, referida a la salida de D. Quijote de su lugar, de que caminaban a la vez por el manchego horizonte y por el ANTIGUO Y CONOCIDO Campo de Montiel.

«…dejando la blanda cama del celoso marido, por las puertas y balcones del manchego horizonte a los mortales se mostraba, cuando el famoso caballero don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel”. Y era la verdad que por él caminaba…» (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap.II.)

El autor alcazareño se deja guiar por las declaraciones que los diferentes pueblos hicieron en Las relaciones de Felipe II, muchas de ellas confusas en lo que se refiere a delimitar el mapa de la Mancha. Unas tienen en cuenta el punto de vista jurisdiccional, el eclesiástico, el civil o el militar. Unas declaran que pertenecen al Reino de Toledo, otras al Reino de Castilla, otras a la Orden de Santiago, o de Calatrava, o de Montiel; al tiempo que dicen estar, o no en la Mancha. Todo ello, influidos también por lo que en tiempos de los árabes se había conocido como una zona más extensa: la Mancha, tierra seca.

Sin tener en cuenta lo que claramente se conocía en aquel tiempo como la Mancha desde el punto de vista legal, los pueblos que estaban en el llamado Común de la Mancha, estaban bien diferenciados, especialmente para el alcabalero Cervantes (habituado a recorrer esos pueblos como recaudador), de los que estaban en el Campo de Montiel, en el Campo de Calatrava, o en el priorazgo de San Juan.

Por esa razón, de haber querido ser más preciso, Cervantes hubiera titulado a su obra magna como «Don Quijote de San Juan».

Por otro lado, los mapas que refleja Luis Miguel Román en su libro, están realizados a mano alzada, sin referencias topográficas reales en cuanto a distancia y situación de los diferentes pueblos. Por ejemplo, en la página 160 de su obra, describe detalladamente los lugares tan cercanos a El Toboso, e inexplicablemente se le olvida de citar a Mota del Cuervo. Cuando son los propios toboseños los que, en su declaración en Las Relaciones de Felipe II, lo citan el primero, dicen: «Los pueblos más cercanos que le rodean, son: Mota del Cuervo (E), Campo de Criptana y Pedro Muñoz (S), Miguel Esteban (O), Villanueva de Alcardete y Villamayor de Santiago (N)«.

Por si fuera poco, Alcázar contaba en el siglo XVI  (y más concretamente en el año 1530) con un total de 18.480 habitantes. Vivían en la localidad un buen número de hombres ricos y cortesanos. Según algunos autores, como se puede ver en este libro, Alcázar podría ser incluso la cuna de Cervantes, de célebres pintores, y de los religiosos Juan Cobo y Diego de Torres Rubio que evangelizaron las Indias orientales y occidentales. Alcázar era la sede del priorato de León de Orden de San Juan, tenía varios conventos e iglesias, muchos curas y barberos. Uno de sus priores fundó la Universidad franciscana de Alcázar, con diversas cátedras. Y ya en tiempos de Cervantes fue ampliada para ofrecer estudios de Gramática y Artes. Todo esto no concuerda con el lugar, que cita Cervantes, que tenía un barbero, un cura,  muchos pecheros y algunos hidalgos.

Como he dicho más arriba, este autor alcazareño maneja la posibilidad, al igual que otros autores[4], de que la venta donde Don Quijote fue armado caballero, estuviera en Manjavacas[5]. Esto se puede ver en uno de los mapas del libro de Luis Miguel Román, en donde dibuja a Manjavacas  y otros pueblos circundantes a mano alzada, en lugar de utilizar mapas de rigurosa cartografía. Este sistema puede inducir a errores a la hora de determinar las distancias y posiciones exactas de los distintos pueblos implicados.

Según podemos ver en la página web citada de «Cosas de Alcázar de San Juán»[6], se reproduce el plano en cuestión, con la leyenda correspondiente, de la siguiente manera:

Mapa Circular en el entorno de Majanvacas.

Plano realizado a mano alzada publicado en Mi vecino Alonso, que reproduce la web «Cosas de Alcázar de San Juan». En el centro la venta de Manjavacas  y entre los dos círculos los lugares posibles desde donde don Quijote pudo salir de madrugada para llegar a ella al final de la jornada.

Manjavacas en la época del Quijote ya era un despoblado dependiente de Mota del Cuervo, con una venta, que a su vez, como él mismo dice: «era la encomienda de la Torre de Vejezate, donde Mota del Cuervo tenía un portazguillo«.

Por último, el autor de Mi vecino Alonso explica que el Quijote descubre su lugar desde un alto cuando procedía desde Barcelona. Sin embargo, para llegar a Alcázar, viniendo desde Barcelona, hay que pasar por el camino de Toledo a Murcia, algo poco probable por la orientación sureste de este camino, que bordea el cerro de la Horca de 705 m s/nivel del mar, para llegar a Alcázar, que se encuentra a 650 m s/nivel del mar. En el mapa del Sigpac se observa la gran llanura que rodea Alcázar, salvo dos cerros muy concretos: el cerro de la Horca y otro más al sur (el cerro de San Antón de 730 m s/nivel del mar), lo que hace que los caminos de acceso a Alcázar, como es lógico, bordeen estos cerros para evitar subir y bajar cuestas. No obstante, resulta extraño que nuestro amigo de Alcázar «traiga» desde Barcelona (noreste peninsular) a don Quijote y Sancho por el camino de Murcia (sureste peninsular), cuando podría haberlo hecho por el camino del Campo de Criptana, que ya conocían por la aventura de los Molinos, y que está orientado más al noreste[7] y que coincide con el Camino de Juan de Villuga que llega hasta Cuenca y desde allí, otro Camino de Villuga (1547), les lleva a Tortosa y a Barcelona. Y ofrecería un trayecto en el que difícilmente se encontrarían con alguna cuesta para llegar a Alcázar y para cumplir con lo expresado por Cervantes:

Plano de Alcázar

En la parte inferior derecha del mapa están los dos cerros cercanos a Alcázar (se aprecian unas manchas oscuras del relieve). El camino lógico para venir desde Barcelona está en el noreste, arriba a la derecha. El que viene de Campo de Criptana (actual carretera Córdoba-Tarragona) y no el camino que lleva a Murcia situado al sureste.

 

«[…] subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea […] Con esto  bajaron de la cuesta y se fueron a su pueblo».(El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha II, cap. LXXIII.)

Estas son algunas de las muchas objeciones que he encontrado para «demostrar» que Alcázar no puede ser ese «lugar de la Mancha» que Cervantes describe en la ficción.

 Notas aclaratorias:

[1] Manjavacas es un despoblado perteneciente hoy a Mota del Cuervo.

[2] Fuente: http://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/

[3] Según el Diccionario de la RAE: Soslayo.- Oblicuamente, o de costado.

[4] Como el historiador D. Javier Escudero Buendía y la arqueóloga Dª Isabel Sánchez Duque.

[5] Un despoblado perteneciente a Mota del Cuervo.

[6] Fuente: http://cosasdealcazardesanjuan.wordpress.com/

[7] Curiosamente este camino que va desde Alcázar a Campo de Criptana, es ahora la carretera de Córdoba a Tarragona.

José Manuel González Mujeriego
Autor del libro «Lo que Cervantes calló»

10 de marzo de 2016

4 comentarios en “Alcázar de San Juan no es «El lugar» del Quijote

  1. Luis M. Román Alhambra

    Es necesario que se escriba con rigor sobre lo que en el Quijote está escrito. Don Quijote y Sancho NO salen en su segunda salida hacia Puerto Lápice, salen por el mismo camino y dirección que la primera salida que hace solo don Quijote y cuyo destino fue una venta. Y esa venta NO puedo ser la de Puerto Lápice, pues es el mismo Cervantes quien lo deja meridianamente claro “… autores hay que dicen que la primera aventura que le avino fue la de Puerto Lápice, otros dicen que la de los molinos, pero lo que yo he podido averiguar en este caso, y lo he hallado escrito en los anales de la Mancha, es que él anduvo todo el día, y, al anochecer…” … llega a la venta donde es armado caballero. La aventura de Puerto Lápice se produce en su segunda salida en su encuentro con los frailes y vizcaínos.
    Y esta venta donde es armado caballero tiene que estar hacia el Este del lugar de don Quijote, la misma dirección que llevaban los mercaderes toledanos que iban a Murcia. Y los molinos de Campo de Criptana por tanto, si salen por el mismo camino y dirección que la primera vez, también tienen que estar al Este del lugar de don Quijote.
    El lugar de don Quijote NO tiene que contar con molinos en la época de la escritura del Quijote, pues don Quijote no los conocía, y el camino de salida de su pueblo tiene que tener la particularidad que tenga una desviación de él para que en la primera salida NO viera los molinos y en la segunda habiendo ya salido de su pueblo por el mismo camino y dirección por la noche al amanecer se encontraran con los molinos de viento.
    Y es desde los cerros de Campo de Criptana cuando siguen, ahora sí, camino a Puerto Lápice. Lógicamente si es Alcázar de San Juan el lugar de don Quijote el autor no puede hacerles volver por sus pasos cuando sus familias ya estarían buscándolos, y siguiendo hacia Herencia llegar a Puerto Lápice. Pero esto no es así como lo describe Cervantes, sino que hace que en lugar de hacer llegar a don Quijote y Sancho por el camino de Herencia y divisar Puerto Lápice por el Oeste, hace que lo divisen por el Sur y así encontrarse de frente con la comitiva de frailes y vizcaínos que venían del Norte de hacia Sevilla. Lógicamente no pasan ni por Alcázar ni por Herencia. El autor en su imaginación les hace bordear suficientemente su pueblo como para llegar a ver, después de dormir en un bosque, muy por el Sur a Puerto Lápice, lugar donde nunca estuvo don Quijote. ¿Cambios de dirección en el Quijote? Ver el que hace dirigiéndose hacia Zaragoza después de pasar por El Toboso y se dirige a la Cueva de Montesinos.
    La geografía ni se obstina ni cambia, es la que es y la que conoció Cervantes. El lugar de don Quijote NO es un lugar del Campo de Montiel, ni del administrativo ni de los lugares de su influencia histórica.
    “Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel,…”
    Si lo estuviese don Quijote no tendría que haber “acertado” en coger de salida de su pueblo el mismo camino y dirección que la primera vez para estar en el Campo de Montiel, pues saliendo por el camino que hubiese salido siempre se encontraría en él. Pero si tan cerca que al muy poco de salir, por ese camino específico, de su pueblo se encontrase dentro de él. Y ya lo deja claro en su tercera salida cuando ya cogiendo otro camino no se encuentra en el Campo de Montiel, sino en el camino de El Toboso.
    Don Quijote y Sancho ven los molinos de Campo de Criptana de mañana y el sol no les molestaba por darles de soslayo. Que iban dirección Este es evidente, por tener que llevar la misma dirección que los mercaderes toledanos, hacia Murcia. Leyendo el diccionario, pero no el actual sino el más cercano a la vida de Cervantes, esto es la primera edición de la RAE de aproximadamente 1730, ya que Covarrubias no incluye esta palabra, dice: “Soslayo. Voz, que solo tiene uso en los modos adverbiales, al soslayo o de soslayo, que valen oblicuamente, al través”
    Y “Oblicuamente. Adverbio de modo. Torcidamente, al través y sin rectitud ni derechura”. Y “Oblicuo. Torcido, atravesado, no recto. Se aplica también al plano o línea que cae sobre otro, y hace con él o ella ángulo que no es recto, y hace con él o ella ángulo que no es recto, y así los ángulos agudos y obtusos se llaman oblicuos”
    ¿Puede entenderse que al darles los rayos del sol tan bajos, haciendo ángulo agudo con el plano del suelo, estos les dieran de soslayo, según Cervantes?.
    Pero salgamos de Alcázar de San Juan por el mismos camino y dirección que nos lleva a la venta de Manjavacas, por el camino de Toledo a Murcia, el mismo que llevaban los mercaderes toledanos, hacia el Este, a menos de media legua se bifurca a la izquierda otro camino, que se llamaba en tiempos de Cervantes “de los molinos” y cuando se entra en los límites de Campo de Criptana, Orden de Santiago, Campo de Montiel conocido, se divisan sus molinos. Por este camino vamos dirección Noreste. Además de dar el sol al amanecer muy bajos nos da ligeramente también de lado, de soslayo.
    La Mancha en tiempos de Cervantes era un territorio que en su “corazón” estaba la “Cueva de Montesinos”, según él que es el autor del Quijote. Sería conveniente no confundir a nadie con lo que era el “Común de la Mancha” y la Mancha que conoció y describió Cervantes. Y Alcázar de San Juan estaba en esta Mancha evidentemente.
    “Lugar”, en el diccionario de Covarrubias, de 1611, dice: “Lugar significa muchas veces ciudad, o villa, o aldea, y así decimos en mi lugar, en el pueblo donde nací, y fulano no está en el lugar, no está en la ciudad”. El lugar de don Quijote tenía hidalgos y caballeros. Barbero al menos uno y cura al menos uno. Pero dejando al barbero, el lugar de don Quijote tenía que contar con más de un cura, pues su amigo sale en su busca dos semanas hasta Sierra Morena, ¿alguien entiende que en aquella época un cura faltase de sus obligaciones dos semanas sin tener otro cura que lo sustituyese?. Y a este lugar llega un predicador en cuaresma, lugar importante al que ya venían predicadores en las cuaresmas distintos a los curas del lugar, y el tio de Sanchico era “el abad” y por último Alonso pide un confesor, no a su amigo el cura.
    Si se accede a Alcázar por cualquiera de los caminos del desde el Norte al Sur, no se ve Alcázar hasta que se sube una pequeña cuesta, solo hay que venir por los caminos antiguos. Igual que Cervantes describe.
    Los mapas que realizo y que siempre realizaré generalmente en mis trabajos, para focalizar los datos interesantes, están realizados siguiendo técnicas topográficas y de escalas que solo los pueden realizar personas con conocimientos topográficos. Lógicamente no recomiendo que esto lo hagan personas sin estos conocimientos.
    En la primera definición de “Propaganda” en el diccionario de la RAE podemos leer: “Acción y efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores”
    Entiendo que en las redes sociales y presentaciones se use de la propaganda pues hay personas que no han leído el Quijote, y que si lo han leído lo han hecho como un entretenimiento, pero no es válida para quienes han estudiado esta obra.
    Ahora esperamos justificaciones, además de cómo una venta inexistente en la época de Cervantes es ahora punto geográfico cervantino, de la crítica que ya se publicó hace tiempo a “Lo que Cervantes calló” y que se puede consultar en:

    Mota del Cuervo

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    1. Discúlpeme Luis M. Román, con todos mis respetos, pero creo que Vd. está leyendo otro Quijote, o eso parece, por las afirmaciones que hace:

      Vd. dice: «Don Quijote y Sancho NO salen en su segunda salida hacia Puerto Lápice,» ¿?
      Cervantes dice:“… Y hablando en la pasada aventura (la de los molinos de viento de Campo de Criptana), siguieron el camino del Puerto Lápice, porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero” (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VIII)
      Cervantes vuelve a decir: “Tornaron a su comenzado camino del Puerto Lápice, y a obra de las tres del día le descubrieron.” (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VIII).

      Vd. dice: «Y esa venta NO puedo ser la de Puerto Lápice,»,
      Yo no he dicho que la venta donde se armó caballero fuera la de Puerto Lápice. Yo supongo que la venta debía estar, saliendo de su lugar, en la misma derrota y camino que la segunda salida, pero antes de llegar a Campo de Criptana (donde se da la aventura de los molinos). Por supuesto esta afirmación cervantina, aleja (en mi opinión) a la venta de Manjavacas de ser la de donde se armó caballero.

      Vd. dice: «El lugar de don Quijote NO es un lugar del Campo de Montiel, ni del administrativo ni de los lugares de su influencia histórica.»
      Yo sostengo en mi libro, que el lugar de D. Quijote debió pertenecer en su momento al antiguo y conocido Campo de Montiel, (ya «El Cuervo» figuraba como adscrito al Campo de Montiel en 1243, según Chaves Bernabé), pero cuando Cervantes escribió el Quijote, ya pertenecía a la Mancha (tras la reordenación territorial de Felipe II en 1573,, publicada en las relaciones de Felipe II de Villanueva de los Infantes en 1575.(En aquella época Cervantes estaba en su cautiverio en Argel, por lo que no conocería esos cambios hasta su regreso en 1580). Le recuerdo que «El Cuervo» se unió a «La Mota» para formar Mota del Cuervo. Curiosamente El Cuervo si perteneció al Campo de Montiel,(estaba situado en el límite) pero la Mota, nunca perteneció al Campo de Montiel. Razón por la que unas veces caminaban por el ANTIGUO Y CONOCIDO Campo de Montiel y otras (cuando iban hacia el El Toboso), ni lo pisaban.

      Vd. dice: «El lugar de don Quijote NO tiene que contar con molinos en la época de la escritura del Quijote, pues don Quijote no los conocía».
      Don Quijote en su locura, no sé si los conocería, pero Sancho si y los describe bien, cuando
      advierte a su amo de que no son gigantes, sino molinos de viento. Él los conoce bien, describe sus partes (aspas, piedra de moler) y detalla su funcionamiento por haberlos visto ya en su lugar ( en 1603 los visitadores de la Orden de Santiago mencionan molinos de viento en Mota del Cuervo, aunque no en tal cantidad de 30 ó 40 molinos de viento, que solo los hubo en Campo de Criptana). Veamos la cita de Sancho:
      «Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino».

      No voy a seguir con la polémica, máxime cuando Vd,. emplea descalificaciones personales, tanto en su blog, como en su respuesta, tachándome de propagandista.

      Le deseo muchos éxitos.

      Saludos.

      José Manuel González Mujeriego

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  2. Luis M. Román Alhambra

    Le aseguro señor González que leo una edición fiel al original de la primera edición. Parece que poniendo citas se está siendo más riguroso, pero al no explicarse bien el contexto de donde se extraen parece que intenta tergiversar el propio texto. Vamos a ver:
    1º Parece meridanamente claro que la primera aventura es la de la venta donde es armado caballero, y no la de los molinos de viento ni la de Puerto Lápice (el vizcaíno).
    2ª Que en su segunda salida don Quijote sale por el mismo camino y dirección que la primera vez, esto es por el camino que le llevó a la venta y hacia el este de su pueblo (debe de coincidir con el sentido de los mercaderes toledanos que iban a Murcia) y es cuando se encuentran con los molinos de viento. Premisa para la hipótesis es que los molinos de viento de Campo de Criptana están al Este, en todas sus variantes, del lugar de don Quijote.
    Es en este momento, y solo en este momento, de estar rendido don Quijote a los pies de uno de sus molinos es cuando el narrador nos dice “… siguieron el camino del Puerto Lápice, porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero” Si la aventura de la venta NO es la de Puerto Lápice, según el narrador, aquí hay un cambio evidente de rumbo, un cambio de camino, distinto al que llevaban hasta ese momento.
    Y cuando el narrador dice “Tornaron a su comenzado camino del Puerto Lápice, y a obra de las tres del día le descubrieron.”, lo hace habiendo pasado ya un día y una noche de camino de haber “comenzado” el camino a Puerto Lápice en los cerros de Campo de Criptana.
    Por lo tanto no lo digo yo que NO salen hacia Puerto Lápice en su segunda salida, lo dice el narrador de la obra, y así hay que explicarlo.
    Las dos citas tienen un desfase de casi un día con una noche de por medio y usted quiere que el lector, su lector, las lea como si Cervantes las hubiese escrito seguidas.
    Lamentablemente para su hipótesis NO había una venta entre Mota del Cuervo y Campo de Criptana en tiempos anteriores a la escritura del Quijote, pero en el caso de haberla habido nunca se cumpliría que volviendo de ella a Mota del Cuervo se encontrase de frente con los mercaderes que iban por ese mismo camino a Murcia. No olvide nunca este pasaje y donde se produce, el camino de Toledo a Murcia.
    Sobre el lugar y si contaba con molinos o no, creo recordar que en su día mantenía que el lugar de don Quijote NO debía de tener molinos hasta que alguien le evidenció que no los tenía en 1575 y si ya en 1604. Pero bueno las hipótesis tienen eso, que se pueden reformular siguiendo siendo hipótesis, como todas. Pero llevaba razón en su día, NO debía contar con molinos pues don Quijote, en su condición de hidalgo, no trabajaba y mucho menos llevaba el grano a los molinos de viento o de agua. Pero sí Sancho que al ser agricultor a jornal, tuvo que ir hasta a Tembleque para poder segar, sí que tenía que llevar el grano a los molinos de viento y por eso los conocía. Igual que el vecino que recogió a don Quijote y lo trajo a su casa, después de ser apaleado por los mozos de los mercaderes toledanos. ¿De dónde venía ese vecino de don Quijote?, de moler de un molino y no de agua, sino de viento, pues era verano y los ríos de esta zona de la Mancha de secaban todos los años. Por lo que en el pueblo de don Quijote NO había molinos de viento en tiempos de la escritura de la primera parte del Quijote, teniendo que ir sus vecinos a los que hubiese cercanos o a los molinos de agua del Guadiana que siempre estaban operativos, pero muy largo de esta parte de la Mancha.
    Y digo de esta parte de la Mancha, esta Mancha que quiere usted recortar en su hipótesis en su intento de que sean muy pocos los lugares posibles de poder ser el de don Quijote. Pero debería explicar en sus presentaciones que con su hipótesis en lugar de ser el Campo de Montiel un “distrito de la Mancha”, como conoció, o le contaron, a Cervantes y así describió, para usted es la Mancha, el Común de la Mancha un distrito del Campo de Montiel o son espacios limítrofes. Cualquiera de las esto no coincide con lo que describe Cervantes.
    Y no intente confundir a nadie con “Por esa razón, de haber querido ser más preciso, Cervantes hubiera titulado a su obra magna como “Don Quijote de San Juan” , Cervantes conocía el espacio geográfico que describió y le puso el nombre, de este espacio no administrativo, a su personaje: la Mancha. Nombrando a un distrito suyo, a una parte de la Mancha, como Campo de Montiel y describiendo perfectamente los límites de la Orden de San Juan en las lagunas de Ruidera. Una Mancha en la que la formaban en su totalidad o en parte los terrenos de las Ordenes de Santiago, San Juan y Calatrava desde el siglo XIII.

    La propaganda puede hacerse a favor de uno mismo, que puede entenderse si es rigurosa, o en contra de otros. Cuando diga que “Por ejemplo, en la página 160 de su obra, describe detalladamente los lugares tan cercanos a El Toboso y se le olvida de citar a Mota del Cuervo…” , explique por qué no nombro a Mota del Cuervo cerca del Toboso, igual que no nombro a Miguel Esteban, Pedro Muñoz, La Puebla de Almoradiel o Quintanar de la Orden, porque si no lo hace está tergiversando mi trabajo, igual que cuando habla de “Por otro lado, los mapas que refleja Luis Miguel Román en su libro, están realizados a mano alzada, sin referencias topográficas reales en cuanto a distancia y situación de los diferentes pueblos” o “… Este sistema puede inducir a errores a la hora de determinar las distancias y posiciones exactas de los distintos pueblos implicados.
    ¿Ha comprobado usted con un simple escalímetro las distancias proporcionales de los mapas?¿En qué se basa para afirmar “sin referencias topográficas reales…”? ¿Qué quiere transmitir a sus lectores u oyentes con estas afirmaciones, entre otras?

    Para usted esto anterior son descalificaciones? Las ha escrito usted en su estudio, artículos, y pronunciado en sus presentaciones.

    Explique su hipótesis de que Mota del Cuervo es el lugar de don Quijote, los tiempos de viaje y sus distancias a la venta donde es armado caballero, a los molinos de viento de Campo de Criptana, El Toboso o Puerto Lápice. No olvide el camino de Toledo a Murcia y a los mercaderes toledanos, hable de la Mancha con el Campo de Montiel como “distrito de ella”, ponga a la cueva de Montesinos en el corazón de la Mancha. Y cuando todo esto coincida con Mota del Cuervo busque la picota, la fuente en la plaza, la cuesta llegando desde Aragón, los arroyos y los ríos “en plural” y la afición de sus vecinos a la pesca, el valor de la bellota de sus bosques. Como le decía, sus oyentes o lectores han leído el Quijote, muchos como una simple novela y no recuerdan bien las frases y sus sentidos, pero usted lo ha estudiado y tiene que tener en cuenta todas y cada una de las premisas en sus razonamientos, tanto si son inductivos como deductivos.
    En mi trabajo Mi vecino Alonso no encontrará una sola línea de crítica a nadie, solo expongo mi trabajo. Solo hablo del trabajo de otros cuando antes soy criticado injustificadamente por otros como usted o el señor Parra Luna especialmente. Son todas hipótesis y siempre serán hipótesis, pero no acepto la propaganda negativa contra mi trabajo con el solo interés de dar fuerza a la inconsistencia de su hipótesis.
    Saludos.

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  3. Buenas tardes, a pesar de que me había propuesto no seguir polemizando con Vd., no puedo por menos que hacerle el siguiente comentario sobre sus últimas afirmaciones.

    Vd. dice:
    “Que en su segunda salida don Quijote sale por el mismo camino y dirección que la primera vez, esto es por el camino que le llevó a la venta y hacia el este de su pueblo (debe de coincidir con el sentido de los mercaderes toledanos que iban a Murcia) y es cuando se encuentran con los molinos de viento. Premisa para la hipótesis es que los molinos de viento de Campo de Criptana están al Este, en todas sus variantes, del lugar de don Quijote.”

    Permítame que le diga que Cervantes, en el Quijote, hace salir a sus protagonistas, desde su lugar, en la segunda salida (y también en la primera), hacia el Suroeste y no hacia el Este como Vd. pretende para “cuadrar” su candidatura para Alcázar de San Juan. Veamos como D. Miguel lo deja meridianamente claro al decir que salen de mañana de su lugar (en dirección a los molinos de Campo de Criptana) y el sol les da de soslayo. No les fatigaban porque no les da de frente, como ocurriría con su tesis, al hacerlos caminar hacia el Este o hacia el levante. Si aceptáramos su aseveración, de que salen de Alcázar para dirigirse hacia el Este,.y encontrarse en esa dirección con los Molinos de Campo de Criptana, si le les fatigarían los rayos del sol por la mañana puesto que les darían de frente. Le sugiero que relea a Cervantes y no lo interprete a su conveniencia. Esta es la cita concreta:

    “Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo los rayos del sol, no les fatigaban.” (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha I, cap. VII.).

    Por otro lado, no puedo creerme que Vd. confunda o pretenda confundirnos interpretando lo que dice el diccionario sobre el significado de “Soslayo” (de lado, pasar por alto algo, especialmente una dificultad, dejándolo de lado.) y que por ende pretenda confundirnos para “arrimar el ascua a su sardina”. Solamente le sugiero que recuerde lo molesto que es, cuando alguna vez haya tenido que conducir con el sol de frente (por la mañana hacia el Este o levante y por la tarde hacia el Oeste o poniente). Esa es la cuestión. Cervantes dice claramente que no van en dirección Este y también deja claro que es por la mañana. ¿Cómo es posible que Vd. se plantee la siguiente cuestión?:

    “¿Puede entenderse que al darles los rayos del sol tan bajos, haciendo ángulo agudo con el plano del suelo, estos les dieran de soslayo, según Cervantes?” . La cuestión es que no les herían los rayos del sol por darles de soslayo. Es decir Cervantes nos dice que no van en dirección al Este o al Levante, sino al Suroeste. Un camino recto, sin vueltas alambicadas.

    Claro que saliendo del lugar (si aceptamos que pudiera ser Mota del Cuervo), si irían en dirección suroeste, con el sol de soslayo (“sin herirles de frente”), para encontrarse con los mercaderes toledanos, con los molinos de viento de Campo de Criptana, con Puerto Làpice…En definitiva, un camino lógico, sin vueltas de 180º como Vd. pretende hacernos ver, al afirmar que salen desde Alcázar para ir a Campo de Criptana (soportando los molestos rayos del sol naciente), para luego, tras la batalla con los molinos de viento, cambiar de dirección, (tomar la dirección opuesta), volver a pasar por las inmediaciones de Alcázar de San Juan, para seguir hacia Puerto Lápice (al suroeste).

    Vemos que sigue interpretando a su conveniencia el texto cervantino, cuando Vd. dice:

    “Es en este momento, y solo en este momento, de estar rendido don Quijote a los pies de uno de sus molinos es cuando el narrador nos dice “… siguieron el camino del Puerto Lápice, porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero”

    ¿Qué entiende Vd. por “SIGUIERON el camino del Puerto Lápice”? Es lógico pensar que si Cervantes hubiera decidido cambiar el sentido del viaje de sus protagonistas, tal y como Vd. dice , en ese momento y de forma tan opuesta, nada menos que un viraje de 180º sobre el camino que traían, como a Vd. le interesa para “cuadrar” su candidatura alcazareña, no hubiera empleado Cervantes el verbo “Seguir”(de continuar), sino que probablemente hubiera dicho “Tomaron”, o “Volvieron sobre sus pasos”. El sentido común y el relato cervantino dicen que salieron desde su lugar, en dirección a los Molinos de Campo de Criptana, y luego SIGUIERON hacia Puerto Lápice. No faltan tampoco citas posteriores en el Quijote, que aseguran que su intención, desde el principio, era ir hacia Puerto Lápice. Especialmente cuando vemos que más adelante siguieron hacia Sierra Morena, siguiendo la misma dirección Suroeste. Todas esas premisas se cumplen de una forma lógica, incluidas la de los mercaderes toledanos, saliendo desde Mota del Cuervo en dirección Suroeste (sin herirles los rayos del sol de la mañana). Otra cosa es que Vd. no quiera verlas.

    Después de que Vd. no quiera reconocer que le hace dar vueltas alambicadas a D. Quijote y a su escudero, para “cuadrar” su candidatura al “Lugar de la Mancha”, solo le haré una objeción más, que tiene que ver con las famosas “tardanzas” que tanto Vd. como el Sr. Parra Luna utilizan en sus tesis, aunque le aseguro que podría seguir con todas y cada una de sus objeciones. Muchas de ellas están escritas en mi libro “Lo que Cervantes calló”.

    Esta es una de las frases que dice Cervantes en el Quijote sobre la velocidad de la marcha de D. Quijote, unas veces por los llanos y soleados campos de la Mancha, otras por las intrincadas montañas de Sierra Morena…, que hacen imposible guiarse por sus utilizadas “tardanzas”, máxime si tenemos en cuenta que nuestros protagonistas iban en busca de aventuras, unas veces se paraban en el bosque a esperar la mañana antes de seguir… Así dice Cervantes:

    “Con esto, caminaba tan despacio, y el sol entraba tan apriesa y con tanto ardor, que fuera bastante a derretirle los sesos, si algunos tuviera. Casi todo aquel día caminó sin acontecerle cosa que de contar fuese,…”(El Quijote, I, cap, II).

    Además de las razones geográficas que expongo, empleando los conocidos Caminos de Juan de Villuga, o de Pedro de Meneses (caminos de la época de Cervantes), apoyo mis tesis con razones históricas (esos alcaides de Mota del Cuervo a los que Cervantes conocía), o en otras obras que Cervantes escribió al mismo tiempo que el Quijote, como los Trabajos de Persiles y Sigismunda”, en donde Cervantes sitúa a unos peregrinos en Quintanar de la Orden y los hace seguir hacia Valencia y al siguiente pueblo vuelve a decir aquello de que “Llegan a un lugar no muy grande ni muy pequeño, de cuyo nombre no me acuerdo”. Es posible que Cervantes tuviera sus reiteradas y fundadas razones para no acordarse de Mota del Cuervo y de sus alcaides, pero la geografía se obstina en llamar al siguiente pueblo, saliendo desde Quintanar a Valencia, como Mota del Cuervo. Después, puedo asegurarle, que todo cuadra. Así se está reconociendo a todos los niveles. Otra cosa es que a Vd. no le interese.

    Le deseo mucha suerte en sus investigaciones.

    José Manuel González Mujeriego, autor del libro “Lo que Cervantes calló”.

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