En Mota del Cuervo, un pueblo manchego de profundas tradiciones, existe una herencia espiritual que, aunque desdibujada con el tiempo, sigue viva gracias a la tradición oral, los vestigios arquitectónicos y documentos antiguos. Se trata de la presencia de la Tercera Orden Franciscana, cuyo convento, fechado en 1593, se levantó en el centro del pueblo, en el lugar donde hoy se encuentra el Ayuntamiento. A pesar de la ausencia de registros específicos en los anales franciscanos, los relatos transmitidos de generación en generación, la evidencia arquitectónica y algunas referencias documentales certifican la existencia y la influencia de esta comunidad franciscana en la vida local.
1. Mota del Cuervo: Una villa cruce de caminos y en los caminos de Santiago y de Guadalupe
En la época de la Tercera Orden Franciscana, Mota del Cuervo ya tenía una ubicación estratégica como población cruce de caminos. Según un mapa de 1681 (del IGN) de la provincia de Toledo (a donde pertenecía entonces Mota del Cuervo). Figuraba como una parada importante en la ruta que unía Lisboa, Guadalupe, con Toledo y con Valencia, pasando por Quintanar de la Orden y Mota del Cuervo, sirviendo de punto de enlace entre Portugal, la meseta y la costa levantina. Otro camino importante era el de Toledo a Murcia, o de los pimenteros, que se bifurcaba con el anterior en Mota del Cuervo, hasta el puerto de Cartagena.

Vista parcial del Mapa de la provincia de Toledo en 1681 donde aparecen Quintanar y Mota del Cuervo unidos por el camino real a Valencia (Fuente IGN)
También otros señalados por Juan de Villuga que iban desde Córdoba a Tarragona, pasando por Mota del Cuervo. Además la cañada real de la Mesta, que conectaba con Andalucía Esta posición facilitaba el flujo de peregrinos, comerciantes, ganaderos y viajeros que cruzaban la villa, lo que aportaba una vitalidad particular y permitía que el convento franciscano sirviera a una amplia comunidad. Les ofrecían hospitalidad y apoyo espiritual a quienes emprendían la peregrinación o atravesaban la población.
La importancia de Mota del Cuervo como punto de paso también está reflejada en la obra póstuma de Miguel de Cervantes: Los trabajos de Persiles y Sigismunda, donde se hace referencia explícita a Mota del Cuervo cuando Cervantes sitúa a sus protagonistas en Quintanar de la Orden y al día siguiente les hace ir “al siguiente pueblo en dirección a Valencia, de cuyo nombre no se acuerda”, que no es otro que Mota del Cuervo. Unos siguen el camino de Valencia y otros el de los Pimenteros (Cartagena –Murcia). Esta referencia cervantina subraya el papel de la villa como una parada en rutas de peregrinación y comercio, dando un contexto de relevancia cultural y religiosa a la presencia franciscana.
2. Los Orígenes de la Tercera Orden Franciscana en Mota del Cuervo
La Tercera Orden Franciscana, fundada en 1221 para personas laicas que deseaban seguir las enseñanzas de San Francisco de Asís sin abandonar la vida secular, encontró en Mota del Cuervo un lugar fértil para su misión a finales del siglo XVI. En 1593, los primeros frailes de la orden se asentaron en el pueblo, construyendo un convento que rápidamente se convirtió en un centro espiritual y social, donde la fe y la asistencia a los necesitados iban de la mano.
El convento, cuya existencia no se menciona en los anales oficiales de la Orden Franciscana, dejó sin embargo huellas físicas, culturales y documentales que aún hoy son visibles. La cúpula del edificio, visible por fuera, señalada con una flecha, con la inscripción de 1593 en su interior, y la torre del campanario, que actualmente sostiene el reloj de la plaza, son vestigios de la presencia franciscana que han llegado hasta nuestros días. Estos elementos arquitectónicos, junto con los relatos orales transmitidos por los habitantes del pueblo, y la alusión a los Hermanos Terceros en los documentos de la época (según E. Lillo) atestiguan la existencia y la relevancia de esta comunidad franciscana en Mota del Cuervo.

2.1. La constancia escrita sobre la Orden Tercera en Mota del Cuervo
En el manuscrito de 18/05/1616 (transcrito por E. Lillo de los archivos municipales), aparece el entonces alcalde ordinario de La Mota, Alexo Nieto, cuando tomó juramento a Antonio Fernández Maroto, ermitaño en la ermita de Ntra. Sra. del Valle de Mota del Cuervo y entre otras cosas dejó claro la existencia de los Hermanos Terceros en La Mota del Cuervo, y así lo repite en dos ocasiones:“
“el susodicho se subió en una silla ajunto dela hermita de San Sebastián, arrimado a la cruz della, y de que salían los hermanos terzeros …
y, ansí mismo, para pedir el cordón de hermano terzero, porque la dicha Orden hera muy buena, y por estar allí los hermanos terçeros desta villa”
La última frase es muy explícita cuando dice que los Hermanos Terceros son los de esta villa, la villa de La Mota del Cuervo.

Ermita de San Sebastián en Mota del Cuervo
2.2. La Integración de Caballeros de Órdenes Militares
Un aspecto singular de la Tercera Orden Franciscana fue la integración de caballeros de las órdenes militares, especialmente de la Orden de Santiago y de la Orden de Alcántara, quienes se unieron a la orden franciscana como “hermanos” seglares. Documentos de la época señalan casos de caballeros que, al final de sus vidas, sintieron la llamada de los ideales franciscanos y buscaron en la Tercera Orden una mayor proximidad espiritual y un retiro donde cultivar la paz interior.
La presencia de estos caballeros reforzaba el vínculo entre la orden franciscana y las órdenes militares, un reflejo de cómo los valores de humildad y caridad podían atraer a hombres que habían pasado sus vidas al servicio de la defensa de la fe. Al integrarse en la comunidad franciscana, estos caballeros simbolizaban la unión entre el compromiso militar y la devoción religiosa, abrazando los ideales de San Francisco en sus últimos años.
3. La Cúpula Franciscana: Una Obra de Belleza y Simbolismo

La cúpula franciscana que se conserva hoy es uno de los elementos arquitectónicos más notables del convento original. Esta cúpula de media naranja ha llegado a nuestros días gracias a un proceso de rehabilitación que ha permitido preservar su esplendor y simbolismo religioso. En la base de la cúpula se ha conservado una hilera decorada con las cruces de dos de las órdenes religiosas y militares más importantes: la Cruz de Santiago, en su característico color rojo, y la cruz flordelisada de la Orden de Alcántara, verde. Estas cruces representan el vínculo entre ambas órdenes militares y refuerzan la conexión histórica entre estas órdenes y la comunidad franciscana.

Vista de una de las cuatro pechinas con el medallón de un evangelista
La cúpula descansa sobre cuatro pechinas, cada una de ellas decorada con un medallón de bulto que representa a uno de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos bustos en las pechinas aportan una presencia solemne y espiritual, recordando la importancia de los evangelios y la misión de la fe cristiana que los franciscanos llevaron al pueblo. Hoy en día, esta cúpula franciscana realza notablemente el despacho de la Alcaldía, aportando un aura de historia y reverencia que conecta el pasado con el presente.

Vista de la fecha de su construcción (de 1593) entre dos pechinas
3.1. Contexto de las Órdenes en Mota del Cuervo:
Mota del Cuervo, situada en la región de Castilla-La Mancha, estuvo bajo la influencia de las Órdenes Militares, especialmente la Orden de Santiago, que tenía una fuerte presencia en la zona. La Orden de Alcántara, aunque más vinculada a Extremadura, también participaba en la defensa de los territorios cristianos, y su presencia en Castilla-La Mancha a través de sus caballeros fue significativa. Las órdenes militares no solo desempeñaban funciones militares, sino que también tenían un importante papel social y religioso, colaborando con órdenes mendicantes como los franciscanos en la administración y repoblación de territorios.
Encontramos vestigios de la Orden de Santiago en en la cúpula del Convento de San Francisco, en la Iglesia de San Miguel Arcángel y en la Ermita de Manjavacas y (como podemos observar en las imágenes siguientes).


Encontramos vestigios de la Orden de Alcántara en la cúpula del Convento de San Francisco, con la cruz flordelisada verde.


4. Vida franciscana y el legado cultural
La vida de los franciscanos en Mota del Cuervo reflejaba la sencillez y el compromiso con el prójimo propio de la Tercera Orden. Los frailes trabajaban codo a codo con los habitantes, proporcionándoles educación, cuidados médicos básicos y consuelo espiritual. Además de sus funciones religiosas, estos franciscanos introdujeron en la comunidad un vocabulario de respeto y afecto que ha sobrevivido a lo largo de los siglos.
4.1. La Acepción Única de la palabra “Hermano” en Mota del Cuervo
Uno de los legados lingüísticos más distintivos de la Tercera Orden Franciscana en el pueblo fue el uso extendido de la palabra “hermano”. Los frailes utilizaban este término para referirse no solo a los miembros de la orden, sino también a los “hermanos seglares” de la comunidad, los laicos que colaboraban en sus actividades. Con el tiempo, la palabra “hermano” pasó a ser una forma de referirse a las personas mayores de la población, como una muestra de respeto y afecto.

La palabra “hermano” y su acepción única es recogida en este Diccionario Moteño Cervantino de este mismo autor José Manuel González Mujeriego.
Este uso de “hermano”, que no está reconocido por la Real Academia Española, se ha mantenido entre los habitantes de Mota del Cuervo, y es una prueba de la influencia duradera de los franciscanos en el trato interpersonal de la comunidad. La palabra se convirtió en un símbolo de cortesía y de conexión entre generaciones, mostrando cómo el legado de los frágiles ha perdurado más allá de la presencia física de la orden.
Es importante conocer cómo Cervantes utiliza en El Quijote de la palabra “Hermano” para dirigirse a vecinos seglares y conocidos no consanguíneos. Así la pone en boca de Sancho:
(El Quijote, 1 prólogo) “Por Dios hermano que agora me acabo de desengañar de un engaño en el que he estado todo el mucho tiempo que ha que os conozco”
5. El convento: Un espacio de fe y refugio comunitario
El convento de la Tercera Orden Franciscana era mucho más que un espacio de oración. Las celdas de los hermanos franciscanos y su torre de campanario, aún en pie, recuerdan el papel crucial que los frailes jugaron en la vida cotidiana del pueblo. Las celdas, ubicadas dentro del edificio conventual, fueron el lugar de descanso y reflexión de los frailes, pero en épocas de conflicto, como la Guerra Civil Española, estas habitaciones sirvieron también como prisiones políticas, agregando otra capa histórica al legado del convento.
La calle dedicada a San Francisco, una de las más amplias del pueblo, alberga una hornacina con una imagen del santo, lo que permite a los habitantes recordar diariamente el espíritu franciscano que un día transformó a la comunidad. Esta calle y la hornacina son testigos del respeto y devoción que Mota del Cuervo guarda hacia los franciscanos, y representan una parte tangible del impacto cultural y espiritual de la orden en el pueblo.

Esquina de la calle de San Francisco de Mota del Cuervo, con la hornacina de San Francisco en el primer plano (Foto de Belén Guerrero).
5.1. La Desamortización de Mendizábal y el fin de la Orden en el pueblo
La desamortización de Mendizábal en 1836 supuso un golpe devastador para el convento franciscano de Mota del Cuervo. La expropiación de propiedades eclesiásticas llevó a la disolución de muchas comunidades religiosas y a la salida de los franciscanos de Mota del Cuervo. El convento fue desocupado, dejando un vacío que la comunidad local sintió profundamente.
Aunque la desamortización marcó el fin de la Tercera Orden Franciscana en Mota del Cuervo, el recuerdo de los frailes y su influencia en la vida de la comunidad perduraron. Las generaciones posteriores mantuvieron viva la memoria de los franciscanos, transmitiendo sus enseñanzas, sus valores y el uso afectuoso de la palabra “hermano”, que pasó a formar parte de la identidad lingüística.
6. Vestigios y esfuerzos de preservación
A pesar del tiempo y los cambios, algunos vestigios del convento de la Tercera Orden Franciscana aún pueden verse en Mota del Cuervo. La cúpula original de 1593, las pechinas y la torre del campanario son recordatorios visibles de la presencia franciscana. Estos elementos arquitectónicos han sido preservados como parte del patrimonio local.
Las restauraciones de la cúpula y del campanario no son solo trabajos de conservación física; son una forma de honrar la historia y los valores que la Tercera Orden Franciscana aportó a la comunidad.
7. Cervantes y su lazo con la Tercera Orden Franciscana
No solamente los caballeros de las Órdenes Militares se adherían a la Orden Tercera Franciscana, también lo hacían personajes como Miguel de Cervantes, lo que demuestra su profunda conexión con la espiritualidad franciscana, y representa un aspecto significativo y a menudo menos explorado de su vida. Al igual que sus dos hermanas, Magdalena y Andrea, Cervantes se convirtió, al final de sus días, en hermano fraterno de esta orden seglar, lo que simbolizaba su compromiso con los ideales de humildad, pobreza y penitencia promovidos por San Francisco de Asís. Posteriormente también su esposa Catalina de Salazar también se haría de la Tercera Orden Franciscana.

Después de su fallecimiento, el féretro de Cervantes fue llevado a hombros por cuatro hermanos franciscanos desde su casa hasta el convento de las Trinitarias Descalzas en Madrid, donde fue enterrado. Este acto de ser llevado por los franciscanos hasta su última morada es un símbolo poderoso de la cercanía que Cervantes sentía por la orden y su aceptación como uno de ellos, al menos espiritualmente.
8. Reflexiones finales: Un legado que resiste el paso del tiempo
La presencia de la Tercera Orden Franciscana en Mota del Cuervo es un capítulo único en la historia del pueblo. A pesar de la falta de registros oficiales y de la progresiva secularización de la sociedad, los habitantes de Mota del Cuervo han mantenido vivo el recuerdo de los frailes, sus enseñanzas y sus costumbres.
El uso de la palabra “hermano” como un símbolo de respeto hacia las personas mayores es un legado que aún sigue vivo en la comunidad, mostrando cómo la influencia de los franciscanos ha trascendido las barreras del tiempo y la secularización. La calle de San Francisco, la hornacina con su imagen en una casa particular y los vestigios del convento en donde hoy está el Ayuntamiento, son recordatorios constantes del papel que los franciscanos jugaron en la vida de Mota del Cuervo, y de cómo su presencia ayudó a forjar una identidad única en la comunidad.
La historia de la Tercera Orden Franciscana en Mota del Cuervo es una muestra de cómo una comunidad religiosa puede dejar una huella perdurable, incluso cuando los registros escritos no dan cuenta de su existencia. Es un recordatorio de que, a veces, el legado más valioso es aquel que se mantiene vivo en las palabras y las costumbres.

A la izquierda, en primer término, portada del convento franciscano con arco de medio punto por donde estaban las celdas de los hermanos. (foto de Ernesto Riquelme).

Foto actual de la ampliación del Ayuntamiento sobre el antiguo Convento Franciscano. (foto: jmgm)
Autor: José Manuel González Mujeriego

Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.
VII Jornadas de la Historia de Mota del Cuervo.
Tercia Real de Mota del Cuervo
9 de noviembre de 2024


















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