Cervantes alcabalero. Así pudo ser

Eran las siete de la mañana de un día del mes de septiembre de 1587 y unos golpes en la puerta de su habitación, en aquella posada inmunda, despiertan a Miguel. Su ayudante Nicolás le recuerda que Juan Haldudo le espera para ajustar la saca de aceite que debía llevar a la Tercia de la Mota. La simpatía de Miguel hacia este rico hacendado, que se había trasladado recientemente al vecino pueblo del Quintanar,-la nueva capital de la Mancha-, era bien poca, pero la obligación le reclama y no es cosa de hacer esperar a este déspota de contribuyente, que aún conservaba gran parte de su hacienda y su ganado en la Mota del Cuervo, por herencia de sus ancestros, y que hacía valer su autoridad maltratando a criados y pecheros.

juan-haldudo-1887-1894-madrid-rojas-01-004-de-eusebio-zarzaJuan Haldudo apaleando a su criado Andres (El Quijote, I, cáp.IV). Cromolitografía realizada por el pintor y grabador español Eusebio Zarza, que fue discípulo de la Academia de San Fernando de Bellas Artes de Madrid. Entre 1856 y 1881.

Una de las empleadas de la posada, situada en la nueva plaza del pueblo, justo entre los dos antiguos núcleos que ahora forman un todo, había recibido orden del posadero de atenderle con diligencia en lo que precisara. A esas horas de la mañana, le ofrece una taza de sopas que le aliviarán el estómago hasta el almuerzo, en donde daría buena cuenta de unos Duelos y Quebrantos.

Miguel se dirige, muy diligente, junto a su ayudante, hacia la casa del Haldudo. Un gran portalón abierto da paso a un considerable patio central con un enorme pozo en el centro, muy conocido por los vecinos que -frecuentemente- acudían al conocido como “Pozo del Aldú” (nombre abreviado de pozo del Haldudo). Un gran pozo con agua fresca que abastecía al barrio, aún en épocas de sequía, cuando el Pozo Seco, situado en la falda de la sierra de los molinos de viento, hacía honor a su nombre y solo cobijaba aire entre sus grandes galerías en cruz. A esas horas, varios criados se afanaban en sacar agua para abrevar a las caballerías. Mientras Juan Haldudo discute su aportación al alcabalero, concretamente en lo que se refiere a las arrobas de aceite que éste le reclama y que corresponden al Rey. Este afortunado alega la mala cosecha de aceituna de este año, aunque su hacienda es de sobra conocida en la comarca y al final llegan a un acuerdo en la saca de aceite, compensándola con un mayor aporte de grano. Grandes extensiones de cereal, muchas aranzadas de viña y bastantes olivos le convierten a este Haldudo en una de las mayores fortunas de la Mancha. Esa posición económica es el paso previo a la obtención de un puesto en la parte más baja de la nobleza, la hidalguía. Atendiendo a las peticiones de su mujer y por la aspiración de codearse con las autoridades más destacadas del Común de la Mancha, en su nueva capital, Juan Haldudo se está construyendo una casa solariega en el Quintanar, muy cerca de otro terrateniente, un amigo y pariente lejano de Cervantes, llamado Pedro de Villaseñor.

Pozo Seco en Mota del Cuervo
Pozo Seco en Mota del Cuervo

Últimamente su paso por la Mota del Cuervo le está deparando a Miguel malas experiencias, debido a los enfrentamientos con dos de sus Alcaides, por razones de índole personal. Todo son negativas a sus propuestas por parte de estos mandatarios, pero no le queda más remedio que frecuentar esta importante población, que ya empezaba a tener unos cuantos molinos de viento en su sierra. Mota del Cuervo, está situada en una encrucijada de caminos, todos ellos reflejados por Juan de Villuga, como: el camino real a Valencia, el camino de los Pimenteros de Toledo a Cartagena, el camino de Alcázar de Consuegra a Cuenca-Tortosa-Barcelona, y la Vereda de los Serrano, una importante vía ganadera de la Mesta, de las muchas que cruzan del norte al sur peninsular y que le llevará directo hacia Andalucía, para ejercer la función de alcabalero en sus respectivas Tercias Reales, como la de Iznatoraf.

Recientemente ha estado recaudando alcabalas en las Tercias de las poblaciones vecinas de Criptana, que por aquel entonces ya poseía 30 ó 40 molinos de viento, de El Toboso y de Socuellamos. Un oficio denostado como correspondía a todo aquel que se encargaba de recaudar los impuestos. Unos impuestos que se recogían en especie (trigo, cebada, vino, aceite…), y que equivalían a esa parte de los diezmos y primicias de la Iglesia, que correspondían al rey, y que Cervantes recaudaba y ordenaba almacenar en esas tercias, unos sólidos edificios con fines fiscales, propiedad del rey, que sustituyeron a otros edificios arrendados, de propiedad privada, donde el trigo del rey sufría constantes mermas, pocas veces justificadas. Un oficio que no le traería más que problemas y sinsabores, que le había llevado incluso a la cárcel de Sevilla en 1598, a sus 51 años.

Tercia Real de Mota del Cuervo
Tercia Real de Mota del Cuervo

Lejos quedan aquellos recuerdos en donde Miguel, tras sufrir cinco años de cautiverio en Argel, volvió en 1580 con la edad de Cristo, con la saca vacía y con muchas deudas a sus espaldas, y en su camino desde el puerto de Denia hacia Madrid, había disfrutado de la hospitalidad de los frailes que lo rescataron, cuando a su paso por Mota del Cuervo, recaló en uno de los primeros conventos de los Trinitarios Calzados, de la conocida Orden de la Santísima Trinidad para la Redención de Cautivos, que fundaran los Caballeros de Malta, Juan de Mata y Félix de Valois. Un convento con una torrecilla donde dos campanas llaman a la oración en una capilla con un bello mosaico de teselas en el suelo, representando la Sagrada Cena, con un gran portalón para las caballerías con un león rampante en su clave y con flamantes cruces de Malta en su fachada, que recuerdan el origen de sus fundadores. Un convento situado en la parte norte de la población, en la antigua Mota, lejos de la Iglesia parroquial, que siempre estuvo en El Cuervo, y que hoy forman un solo pueblo: Mota del Cuervo, con una iglesia inusualmente deslocalizada en el sur.

portalon-trinitarioPortón para las caballerías del Convento de los Trinitarios de Mota del Cuervo

Más lejos aún quedan también para Miguel aquellos viajes en los que había atravesado, con solo 22 años, estos mismos parajes y los de Manjavacas, cuya población se había visto obligada, por la insalubridad del terreno a integrarse en el cercano pueblo de Mota del Cuervo. Una zona, ésta de Manjavacas, con unos humedales plagados de ánades y otras especies migratorias, objetivo de los cazadores de la más alta alcurnia. Especial relevancia para Miguel tuvo el viaje en 1569 a Roma en el séquito del joven Cardenal Acquaviva, tan solo un año mayor que Cervantes, al que sirvió como camarero.

anades-y-molinos-en-mota-del-cuervoÁnades en Manjavacas y molinos en Mota del Cuervo (foto jmgm)

Pero su servicio al rey como soldado en batallas como la de Lepanto, donde resultó lesionado en la mano izquierda por un arcabuzazo, sus años de cautiverio en Argel y sus pretendidas actuaciones para subir en la escala social, incluida la España colonial, no le van a librar a Miguel de esas largas jornadas, con maltrechos y duros viajes por caminos y cañadas reales ejerciendo su oficio de alcabalero.

Al salir de la casa de Juan Haldudo, se topó Miguel con el todopoderoso alcaide, Hernando de Ovando, tío de Nicolás de Ovando, un joven que había cortejado en Sevilla a su hermana Andrea, que le había prometido matrimonio, pero que nunca cumplió, que tuvo relaciones amorosas, y que fruto de las cuales nacería Constanza, la que fuera sobrina preferida de Cervantes. Hacía poco tiempo que, tras el fallecimiento de Nicolás de Ovando, abuelo de Nicolás, este alcaide de la Mota del Cuervo, había pasado a ostentar la jefatura de la noble familia cacereña de los Ovando. Miguel le recordó al alcaide que aún estaban esperando el cumplimiento de la palabra dada a su hermana, que a él como jefe de la familia le correspondía ordenar a su sobrino Nicolás su obligación de desposar a Andrea, la mayor de sus hermanas. Ovando recordó a Miguel la gran dote que le habían entregado a su hermana Andrea, además de otorgarle a su hija el prestigioso apellido que acompañaría a Constanza de Ovando durante toda su vida, y le insistió en que había una gran diferencia social entre las familias, lo que hacía imposible que la hija de un cirujano barbero se casase con un Ovando.

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Andrea de Cervantes

Este anhelo, de alcanzar el desposorio para su hermana, varias veces reclamado, hacía que Miguel no le agradara pisar este lugar. Por si fuera poco, otro alcaide de Mota del Cuervo, a la sazón Pedro Muñoz de Otálora, caballerizo de la reina, caballero de la Orden de Santiago, e hijo del Oidor de Indias, tampoco le favoreció con sus influencias, en su petición de pasar a la España colonial en América. El gran deseo de Miguel era llegar a ser Corregidor de la ciudad de la Paz, pero en 1590 le respondieron con la negativa de “Busque por acá en que se le haga merced”.

cervantes-a-las-indiasCervantes estuvo anhelando pasar a las Indias para ser Corregidor de la ciudad de la Paz.

En esta ocasión, tras su plática con el Haldudo, aún tendría que lidiar Miguel -en su labor de alcabalero- con otros diez caballeros de cuantía en La Mota del Cuervo, algunos hidalgos afortunados, y otros hidalgos con solar conocido, pero sin blanca. Al atardecer, unos jóvenes jugaban a tirar la barra (de arado) por el Camino del Campo de Criptana, eso que Cervantes conociera como “el antiguo Campo de Montiel”. La tiraban con tanta fuerza, como lo hiciera Aldonza la hija de Lorenzo Corchuelo, del vecino pueblo de El Toboso, más conocida como Dulcinea.

El otoño estaba tocando a su fin y pronto Miguel tendría que volver nuevamente hacia Andalucía. Su próximo destino era la Tercia de Iznatoraf (Jaén), a la que llegaría recorriendo la Cañada Real de Andalucía, para seguir con la ardua tarea de recaudador de impuestos. Y desde ahí seguir hacia el sur para Úbeda y Baeza. En unos días tendría que tomar la Vereda de los Serrano que transcurre entre El Toboso y la Mota, muy cerca de donde Antonio de la Fuente encontrara, en 1588, un enorme tesoro de oro y plata, que luego sería objeto de un documentado juicio y relatado por Cervantes en boca del morisco Ricote. Esta Vereda de los Serrano entronca más adelante con la Cañada Real de Andalucía. Un camino áspero y difícil, haciendo noche en ventas y pequeños pueblos, que le llevaría directamente a las Lagunas de Ruidera y a la Cueva de Montesinos, para posteriormente atravesar la Sierra del Cambrón. Un paso peligroso, pero no tanto como el de Despeñaperros situado más al oeste, que en aquella época aún no tenía abierto un camino que asegurara el paso, sin ser objeto de los salteadores de caminos.

Ese día, en la Mota del Cuervo, unos humeantes hornos de cocer cántaros anunciaban al viento nuevas producciones alfareras, una forma de vida que emancipaba económicamente a buena parte de la población moteña, especialmente los situados en la zona norte, donde se habían alojado numerosos moriscos tras la guerra de las Alpujarras. Una forma de vida que no les obligaba a depender de las peonadas en las casas de los hidalgos y pudientes propietarios.

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Horno de cocer cántaros propiedad de Braulio, situado en la calle de la Sendilla (Mota del Cuervo)

De todo esto iba tomando nota mental Miguel, para luego reflejarlo, junto con sus otras muchas vivencias en su obra magna, incluidas diez citas a los cántaros en “El Quijote”; eso sí, dejando bien claro, tanto en “El Quijote”, como en “El Persiles, que no quería acordarse de ese lugar, donde sus Alcaides le habían negado “el pan y la sal”. Uno de ellos no le había reparado la afrenta familiar de una hermana convertida en madre soltera, y el otro le había cortado sus anhelos de medrar en la función pública para una persona tan versada en letras como él.

FIN.

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«Cervantes Alcabalero, así pudo ser». Relato de ficción publicado en una ponencia, el 23 de abril de 2016, en la Tercia Real de Mota del Cuervo, coincidiendo con el 4º Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. Aspecto parcial de la sala (foto: MAFV)

Por: José Manuel González Mujeriego.

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Autor del libro “Lo que Cervantes calló”
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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

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«Moteños en ultramar» y «Antiguos Oficios»

Mi afán de bucear en la historia reciente de Mota del Cuervo, me lleva con frecuencia a indagar en la memoria de nuestros mayores. En este caso se trata del Dr. D. José Zarco Castellano, un ilustre moteño, intelectual nonagenario, médico pediatra de profesión, gran conversador y amigo, al que con relativa frecuencia, he venido realizando visitas a la casa que, el mismo, tiene en Madrid, muy cerca de la calle Princesa, con el objetivo principal de pasar un buen rato hablando de cosas del pasado y para indagar en su prodigiosa memoria lejana, y conocer aspectos de la historia y de la vida de Mota del Cuervo. Nuestro protagonista, a pesar de los años, aún se mueve con cierta soltura y me recibe siempre con una amplia sonrisa en su rostro, en un piso señorial, con señas de identidad moteñas plasmadas en unas amplias cristaleras a la entrada, donde tienen tallados unos molinos de viento manchegos. En la mesa de la sala, nos esperan unos aperitivos y unas bebidas preparadas con primor por María Luisa, su mujer.

Tanto José Zarco como yo, pertenecemos a la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo, concretamente él es el presidente de honor. A ambos nos guía el cariño hacia nuestro pueblo y su historia. En esta ocasión, en su interés por transmitir sus conocimientos y sus vivencias del pasado, el Dr. Zarco me tenía preparados unos papeles con anotaciones antiguas, siempre sobre Mota del Cuervo y sus gentes, con el objetivo de centrar la conversación y seguramente con la intención de fijar esos datos, ahora tallados en su memoria y pasarlos a un medio escrito, o publicarlos en algún artículo como éste que facilite el conocimiento de los mismos a las generaciones futuras.

Uno de esos papeles contiene una pequeña lista de personas, escrita a mano por él, con los nombres de los moteños  que se desplazaron a combatir en ultramar, tanto en América como en Asia, y el otro es un viejo artículo suyo sobre los antiguos oficios ambulantes, que él mismo publicó hace ahora once años, y sobre el que me pide que amplíe algunos otros oficios que él no contempló en su día y a los que añadiré por mi cuenta algunas fotos explicativas. Así las cosas, nos ponemos manos a la obra y comienza la animada conversación. A veces nos resulta difícil centrarnos en un tema, por las derivas que toma la charla que nos lleva, a cada momento, a recordar a otras personas, sus avatares, o sitios relacionados. En cualquier caso estas tertulias son muy agradables.

COMBATIENTES MOTEÑOS DE ULTRAMAR

Como digo, uno de esos papeles que me entrega es una pequeña lista con los combatientes moteños de ultramar. Paisanos nuestros que habían luchado en la Guerra de Filipinas y en la de Cuba, que como sabemos fueron territorio español hasta el año 1898.

Personalmente siempre he tenido curiosidad por conocer Cuba, país que tuve la suerte de recorrer en el año 2003, y en donde pude constatar la gran herencia española reflejada en sus numerosos blasones que aún se conservan y en sus numerosos palacios con patios de columnas al estilo español. Recuerdo especialmente el Casino Español (hoy rehabilitado como Palacio de los Matrimonios), con su gran salón de baile, en cuyo techo están pintados los 49 escudos de las antiguas provincias españolas. Primero busqué el de la provincia de Cuenca y después al recorrer con la vista el resto de provincias, me llamó la atención otro escudo, que ocupaba el tamaño y la posición similar a los del resto, pero que no pertenecía a una provincia, sino a Piloña, un concejo asturiano de donde salieron para Cuba muchos emigrantes.

casino-espanol-de-la-habanaAntiguo Casino Español de la Habana, con los escudos de las provincias españolas en su salón de baile

Hoy todavía es posible contemplar en la Habana muchas casas parecidas a las de Cádiz, aunque algunas muy deterioradas por el paso del tiempo y por la precariedad de sus reparaciones. La falta de presupuestos en su momento para llevar a cabo esas rehabilitaciones/demoliciones, paradójicamente ha conseguido que, ahora, podamos disfrutar de ellas en su conjunto, gracias a la sensibilidad de los actuales rehabilitadores. Su contemplación nos hace viajar en el tiempo, para retroceder al 1898 y apreciar la arquitectura tal y como era en la época española, algo que, lamentablemente, no se suele dar en España, donde ese tipo de edificios han sido desplazados, e intercalados por otros en donde dominan el cemento el vidrio y el acero. Casas modernas que se han intercalado junto a otras, sin tener en cuenta el conjunto arquitectónico. En cambio en la Habana vieja aún podemos observar grandes casonas de estilo español, que antaño eran unifamiliares y que hoy se han convertido en casas vecinales, cuyas habitaciones ocupan con sus familias muchos descendientes de aquellos primeros habitantes de la época colonial.

Cuando los moteños que citaremos a continuación tuvieron que desplazarse para defender las posiciones de ultramar, eran unos años difíciles para nuestro país, por la frustración que supuso la pérdida de las últimas colonias en América y en Asia, a consecuencia de la derrota que sufrió España en la guerra frente a Estados Unidos, que se puso de parte de los insurrectos en las colonias españolas. Ese país comenzaba en aquella época a emerger como una gran potencia, a la que España, tras la firma del Tratado de París, tuvo que ceder Puerto Rico, Cuba y Filipinas. Territorios que aún tardarían años en recuperar su propia independencia. Un esfuerzo infructuoso de miles de soldados españoles que trataron de conservar dichas colonias. De Mota del Cuervo salieron una veintena de soldados, que alcanzaron diferentes graduaciones. Uno de ellos llegó a ser capitán. El contingente de tropas españolas en Cuba fue muy numeroso, hasta llegar en 1898 a la cifra de 185.000 soldados, a los que habría que añadir 82.000 voluntarios. Los datos que recuerda José Zarco sobre nuestros paisanos en esas guerras no son muy completos. De algunos solo sabemos el nombre o el apodo. En otros casos recuerda la familia de procedencia y sus actuales descendientes. Estos fueron esos intrépidos moteños que lucharon en Filipinas y en Cuba y que tuvieron la suerte de regresar a su tierra:

Modesto, al que apodaban “El Esquilaor de mulas”, por ser ese el oficio que ejerció a su regreso. De los 44.000 soldados españoles que participaron en la guerra de Filipinas, Modesto fue uno de los moteños que participó. Se desplazó nada menos que a 12.000 km. de su pueblo para defender aquel territorio. Una distancia que, hoy en día, los modernos aviones surcan en más de 17 horas de vuelo.

El Carabinero,  del que solo conocemos su apellido: Díaz. Recibe su apodo porque a su regreso de Cuba estuvo trabajando de carabinero. Su mujer era de fuera de la Mota y era curandera

Martín Morales, Al que dieron en llamar “Martín Habana”, por ser en aquella ciudad cubana donde estuvo combatiendo. Era el padre de Lucinio y Doroteo Morales, abuelo de Antonio y Carmen Morales (hijos de Lucinio) y de Angel y Martín Morales (Hijos de Doroteo)

Francisco Martínez-Bascuñan. El padre de los hermanos: Agapito, Gregorio, Gabriel y Francisca Martínez-Bascuñan y abuelo de Francisco y Aníbal Martínez Bascuñana.

Miguel Gallego, abuelo de Lucio Gallego. Este moteño cambiaba ascensos por condecoraciones, llegando a acumular un buen número de ellas. Cuentan que fue muy valeroso y que cuando regresó a la Mota, a pie desde la estación de Río Záncara, al ver el humo de los hornos de los cántaros lloró de emoción.

Lorenzo Gallego, hermano del anterior. Abuelo de Antonio Martínez. Estuvo en Filipinas.

Matías Rodríguez, que era el abuelo de los Eufrasios: Miguel, Luis y Eufrasio. Este combatiente moteño terminó de capitán. Uno de sus descendientes, José Luis Rodríguez (el pintor), tiene la hoja de servicios de su abuelo Matías, que estuvo en la guerra Carlista y luego en la de Cuba.

Ladislao Peñalver Zarco  El abuelo de los Chumacos. A su regreso tuvo un comercio de tejidos en el Santo. En su juventud había sido seminarista.

Pablo Valbuena, abuelo de la Romana. Este hombre cursó varias instancias para ir, como voluntario, uno de los 80.000 que alistaron voluntariamente para participar en la guerra de Cuba, pero su hermano, que era el cartero del pueblo, retenía esas instancias para que no fuera, hasta que al final pudo cumplir su anhelo de alistarse y viajar a Cuba.

De otros moteños tenemos constancia de su muerte en dichas contiendas, unos por heridas ocasionadas por la guerra, otros muchos por enfermedades diversas y otros a consecuencia de la fiebre amarilla (o el llamdado vómito negro).

Entre los soldados moteños que fallecieron lejos de su pueblo, tenemos información de los siguientes:

Domingo Izquierdo Gallego

Matías Jiménez Peñalver

Urbano Lillo Peñalver

Baldomero Pérez García

Francisco Ramírez Medina

Marcelino Zarco Reguello

También tenemos noticias de otros cuatro soldados moteños que fueron repatriados. Ellos fueron:

Ramón Contreras Romero,

Basilio López Cobo,

Cruz Rodríguez Rodríguez,

e Higinio Tirado Sánchez. 

combatienes-en-cuba-abcFoto de combatientes españoles en la Guerra de Cuba en 1898. Fuente: ABC

 

ANTIGUOS OFICIOS AMBULANTES.

Otro de los documentos que me entregó en esa visita, nuestro admirado Dr. D. José Zarco Castellano, es un artículo que él mismo escribió en la revista de las fiestas de Mota del Cuervo en el 2004, en donde se reflejaban una docena de los diferentes oficios de personas que iban vendiendo su mercancía o su oficio por el pueblo. Él mismo me rogó que incluyera algunos otros oficios como el de Liencero. Posteriormente me he encargado de indagar sobre otros oficios, en otras personas longevas de Mota del Cuervo, como Piedad Piqueras Mujeriego, una octogenaria que conserva una memoria espléndida de nuestro pueblo, y que desde su juventud, vive en Barcelona. Desde allí, al otro lado del teléfono, nos ha aportado otros oficios antiguos, como el de Aguaor, o el de Gorrinero. Esta es la recopilación de los diferentes oficios:

EL AFILADOR.- Un oficio que aún no ha desaparecido. Procedían de Orense, venían en ferrocarril y después se desplazaban de pueblo en pueblo andando y empujando su taller ambulante. Consistía éste en una rueda fina, de un tamaño intermedio entre la de un carro y la pequeña de galera. Tenía un artilugio articulado a una pequeña piedra circular de pedernal que, mediante una polea y una tabla le hacía funcionar con el pie. Usaban una flauta plana, que tocaban por las calles para anunciarse y decían: El “afilaor”.

antiguos-oficios-afiladorEl afilador

EL AGUAOR.– Mucho antes de que existiera en la Mota la distribución canalizada del agua potable, venía por las casas el Aguaor. El más conocido era el hermano Pote, que traía con su carro unos diez cántaros de agua del Pozo Seco en cada viaje. La mejor del pueblo. Los vendía a perrilla (0.05 Ptas.), y él mismo se ocupaba de vaciarlos directamente en las típicas tinajas que había en las casas.

EL CASTRADOR DE CERDOS (EL “CAPAOR”).-También tocaba una flauta similar a la del afilador. Casi siempre (no sé por qué llevaba una garrota, explica José Zarco). Paseaba las calles y en la casa que tenían un cerdo macho ejercía sus funciones de castrador, extirpando en vivo los testículos al animal, para que el cerdo ganase más peso y después los productos (tocino, lomo, jamón) no tuviesen el sabor fuerte del cerdo que “padrea”.

EL CIRCO ROMERO.- Se instalaba en la Plaza del Verdinal y era habitual en estas tierras. Como entonces no teníamos feria y, por otra parte no habíamos visto otro para establecer comparaciones, nos parecía muy bueno, quizá extraordinario, visto con la alegría, la fantasía y la ilusión de la infancia. Según cuenta Piedad Piqueras Mujeriego, una de las artistas principales era Pepita Alcalde, que bailaba muy bien. Al finalizar rifaban unas muñecas de papel.

EL ENEERO.- Era la persona que se encargaba de fabricar y/o reparar las sillas de enea, un material trenzado que se usaba para hacer los asientos. Se empleaban las hojas de una planta del género Typha (Typha domingenensis), conocida vulgarmente como espadañas, que crece en suelos encharcados, en lagunas etrofizadas, con alta tolerancia a la salinidad (como la Laguna de Manjavacas). Para recolectarla había que mojarse. Con este material se hacían además otros objetos, como: esteras, cestos y aparejos para las caballerías. El problema en estos últimos, era que era un material que podrían llegar a comerlos los burros.

EL FOTÓGRAFO (EL “RETRATISTA”).- El más conocido era Tomás García de Villanueva de Alcardete. Venía de casa en casa y a alguna boda, con su caja fotográfica con trípode y manga, (por donde metía la cabeza). Estaba considerado como buen profesional, porque no hacía las fotos “al minuto” como otros ambulantes menos cualificados, sino que trabajaba en su casa con sistema de estudio y te traía las fotos después.

antiguos-oficios-fotografo-3 Imagen de un antiguo retratista

EL GORRINERO. Era la persona que vendía gorrinos. Los llevaba sueltos por la calle formando una piara de cerdos jóvenes a los que retenía frente al posible comprador a base de darles de comer unos granos de cereal, hasta que éste elegía los que iba a comprar. Por aquel tiempo casi en todas las casas le compraban uno, en las más pudientes dos. En las casas engordaban el cerdo, al que alimentaban incluso con las sobras de la comida, hasta San Martín, fecha en la que se hacía la matanza. Una verdadera fiesta familiar, que comenzaba muy de mañana y que exigía unos preparativos previos, como la recolección de las aliagas, una planta espinosa de flor amarilla de la familia de las papilonáceas, que arde muy bien. Una vez desangrado el animal, con esa planta se chamuscaba la piel del cerdo, que a continuación, con agua caliente y una teja, se rascaba hasta que quedaba la piel blanca.

EL HELADERO.- Teníamos la suerte de tener en la calle de San Francisco una familia que hacía hielo. Estos iban por las calles, especialmente en días de fiesta, vendiendo helados que ellos fabricaban en una heladera cilíndrica. Eran la delicia de los “chicotes”.

LOS HÚNGAROS.- Eran unos auténticos “Vendedores de ilusiones”, sobre todo para los “Chicotes” y los jóvenes. Se les llamaba así por su procedencia: Eran zíngaros, casi todos húngaros. Alguna chica joven bailaba, pero lo que más nos gustaba a los chicos eran los animales. Traían algún oso, que bailaba al son de una pandereta, monos y alguna cabra que se subía a una escalera y hacía cabriolas. Todo al son de una trompeta. Se situaban en las plazas y les hacíamos corro para presenciar la función. Al final paseaban la pandereta (“Echaban un guante”) y recogían unas monedas. Traían un carromato que aparcaban en el corralillo de una era o en el portalillo de Santa Ana.

EL LAÑADOR (“LAÑAOR”).- Se dedicaban a poner grapas o “lañas” (de ahí el nombre) a cacharros de alfarería y cerámica basta que se habían rajado. También estañaba pucheros y arreglabas paraguas, de aquí que en su pregón decía: Paragüero y lañaor. Para poner las lañas usaba una especie de trompo que accionaba con una cuerda, horadando así los agujeros de la pieza de cerámica, alrededor de la raja, donde agarrarían las lañas metálicas.

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Pieza de cerámica reparada con lañas                  Figura del Lañaor

EL LIENCERO.- Era una persona que venía cargado con rollos de distintas telas, que vendían al corte en las casas, donde las amas de casa aún cosían mucha de la ropa que se usaban, tanto la que se usaba en el campo (que solían remendar) o para la ropa de diario. También compraban tela blanca para sábanas. La más vendida era la de la “Viuda de Tolrá”. Paraban principalmente en casa de las más expertas modistas del pueblo.

EL MATACHIN.-Eran los encargados de matar los cerdos. Sus servicios eran requeridos en las casas para pinchar al cerdo y descuartizarlo después. Era un trabajo que se hacía a primeras horas de la mañana, con el frío. Unas cuantas personas subían al cerdo a la mesa de matar y el matachín pinchaba en el cuello del animal, de una forma certera. Luego colgaban al cerdo y el matachín lo abría en canal y sacaba las muestras para llevarlas al veterinario, que dictaminaba la conveniencia o no del consumo de ese animal. En la Mota teníamos uno en la calle Mayor, Antonio.

EL MIELERO.- Procedían de la Alcarria, porque así lo pregonaban. Llevaban unos búcaros de cerámica (bañados en su interior) colgados a los lados de una mula. Las mujeres salían a la calle con una jarra o una orcilla y compraban la miel para el año.

EL QUINCALLERO O CACHARRERO  (“QUINQUILLERO”).- Estos llevaban el carro entalamado. Compraba o cambiaba alpargatas viejas, pellicas de conejo, etc. por botijos, porrones y bolas cacharreras, que eran la alegría de los chicotes, al ser de más categoría, tamaños y presencia (estaban esmaltadas) que nuestras humildes bolas de las cantarerías, más pequeñas y ásperas También vendía o cambiaban algarrobas, que para nosotros era un manjar, nos cuenta José Zarco.

EL RELOJERO.- Era también joyero. Recuerdo a la Felicidad y, sobre todo a un buen hombre de la Puebla de Almoradiel al que le llamábamos “Conciencia”, porque para garantizar sus productos, decía: Esto es “a conciencia”. Llevaba una caja al hombro con unas bandejas de varios pisos que estaban forradas de terciopelo y allí llevaba sus relojes, medallas, pulseras, cadenas, pendientes, etc.

EL SALCHICHERO.- El más conocido era Plácido, de Salamanca. Usaba blusa y gorra negras y llevaba un costal con la mercancía y una romana pequeña. Iba de casa en casa vendiendo sus embutidos, muy varios y de buena calidad. Se daba la feliz circunstancia de que tenía un gran parecido físico con el Papa Pablo VI.

EL SARTENERO.- Se anunciaba repicando con mucho arte sobre una sartén vieja con un objeto metálico, probablemente un cucharón. Llevaba una mula llena de sartenes y peroles. Vendía sartenes nuevas, pero también arreglaba las viejas: les echaba un remiendo, les ponía una pata, etc. Y lo más característico era que parecían africanos por el color de su cara, siembre embadurnada por el “tizne” de las sartenes.

EL TRILLERO.- En la Mota había uno fijo, Salvador Reillo, que era fabricante de trillas, un artilugio agrícola que se utilizaba en la era para desgranar el cereal. Este trillero venía de Cantalejo (Segovia). Llevaban una capacha de esparto (parecida a la de los “matachines”) y en su interior pequeñas piezas de pedernal, las “pernalas” y un martillo muy pequeño, todo de hierro, que utilizaban para colocar las pernalas caídas en la campaña anterior. Por eso venían por los meses de Abril y Mayo, antes de empezar la trilla. Eran muy hábiles en el manejo del martillo para clavarlas bien y no romperlas.

TrillaLa trilla es un artilugio de madera con piedras de pedernal o de sílex incrustadas que servía para desgranar el cereal en la era

EL ZAHORÍ.- Es la persona que busca las corrientes de agua subterráneas, y que indica los sitios concretos para excavar los pozos que abastecieran de agua. Para ello utilizaban unos utensilios sencillos como: el péndulo, o las varas tiernas de avellano en forma de “V”. El porcentaje de aciertos era bastante alto. Caminaban por la zona portando sus varas en alto y cuando llegaban al sitio donde ellos percibían una corriente estática, las varas se movían hacia el suelo indicando la existencia de una corriente subterránea de agua. Después con la ayuda del péndulo fijaban el sitio exacto donde excavar para hacer el pozo. Este es un oficio que aún subsiste.

Otras personas, me cuenta Piedad Piqueras Mujeriego, se dedicaban a vender objetos de lo más curiosos, como el hermano Zumba (este apelativo de hermano/a se empleaba en Mota del Cuervo para denominar a las personas mayores). Este hombre vivía en el edificio de la Tercia, un edificio donde antaño se recaudaban los tributos en especie. Una casa sin corral. Fabricaba hisopos para blanquear las paredes con cal. Él mismo también blanqueaba. Otro personaje, el hermano Hilario, voceaba por las calles su mercancía: “Laurel y limones”, o la hermana Pepa, que vestía completamente enlutada, con un pañuelo a la cabeza, que iba por las calles de la Mota cambiando pellicas de conejo por unas llaves de dulce que ella misma elaboraba. Aún recuerdo a esta mujer, que cuando se le preguntaba por su edad, respondía igual que los franceses, decía los años que tenía de la siguiente forma: “cuatro veintes y diez”, para decir que tenía 90 años (en francés: “quatre vingt dix” ).

Agradezco a las personas que me han facilitado el conocimiento de estos temas, especialmente al Dr. José Zarco Castellano, por la detallada información sobre los combatientes de ultramar y de la mayoría de estos oficios antiguos en Mota del Cuervo aquí reflejados. Desde aquí quiero también hacer un homenaje a esos moteños que combatieron en ultramar y a esos profesionales que deambulaban por nuestra tierra procurando su sustento a base de vender sus mercancías o prestando sus servicios.

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José Manuel González Mujeriego, 12-01-2017
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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

Joaquín Marrodán Lodares (Premio Nacional de Teatro «Calderón de la Barca»)

Joaquín Marrodán Lodares, nació en Valdemoro (Madrid) el 12 de enero de 1931, y a los 10 años se trasladó con su familia a vivir a Mota del Cuervo, en donde sus padres habían heredado la propiedad de una casa en la plaza Mayor (1) y unas fincas en La Mota del Cuervo, en los Hinojosos y en Monreal del Llano.

casa-de-las-marrodanasCasa donde vivió Joaquín Marrodán, situada en la Plaza Mayor de Mota del Cuervo (patrimonio desaparecido). (Foto de Ernesto Riquelme Alcolado).

Joaquín, era el menor de los tres hijos del matrimonio y acudió como alumno a las clases del célebre maestro D. Sabino Fuentes Díaz, el cual preparaba por aquél entonces, a los 17 alumnos de Mota del Cuervo que estudiaban el bachiller,  y que después se examinaban por libre, en el instituto San Isidro de Madrid (2). Joaquín Marrodán acudía a las clases de D. Sabino junto a sus hermanos José Luis y Carmen.

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Foto de los alumnos de la Escuela del maestro Don Sabino (en el centro de la foto). Joaquín Marrodán está situado en la segunda fila (de pie), contando desde la derecha hacia la izquierda, es el segundo. Está con los brazos cruzados. Esta foto está hecha en la Casa de los Condes de Campillo en Mota del Cuervo

Posteriormente se licenció en Derecho y ejerció como abogado en Barcelona.

Joaquín Marrodán, fue el autor de la obra teatral “MIEDO AL HOMBRE” por la que el 15 de julio de 1959, fue galardonado por el tribunal designado por el Ministerio de Información y Turismo, con el Premio Calderón de la Barca, dotado con 40.000 pesetas de aquella época.

foto-joaquin-marrodan-lodares-abc-del-16-07-1959Foto de Joaquín Marrodán, que publica el Diario ABC, el día 16 de julio de 1959, con motivo de la obtención del Premio «Calderón de la Barca», para autores noveles de teatro, por su obra «Miedo al hombre»

La obra dramática de este moteño ilustre fue estrenada  en 1960 bajo la dirección de Roberto Higueras y puesta en escena por el Teatro Nacional de Cámara (3) en el Teatro María Guerrero de Madrid, con gran éxito.

joaquin-marrodan-miedo-al-hombreFoto de la portada de la Obra de Joaquín Marrodán «Miedo al hombre» que edita la Editorial Alfil. (gentileza de todocolecion.net)

En 1962 se edita y se publica por Editorial Alfil dentro de la colección de obras de teatro bajo el nº 321.

En la noche del sábado 20 de enero de 1962 esta obra es retransmitida por TVE en el Programa “Estudio 1” con gran éxito de audiencia y apareció publicada en la prensa (4) con el siguiente comentario:  “Miedo al hombre”, de Joaquín Marrodán. Premio Calderón de la Barca en 1959. Un muchacho universitario muere en circunstancias extrañas.

Joaquín Marrodan Lodares contribuyó con su obra a los primeros intentos de renovación teatral en España.

En 1968 “Miedo al hombre” fue adaptada para la Tv por Juan Guerrero Zamora. Esta adaptación coincidió con el homenaje a un compañero (Antonio Moreno), razón por la que estuvo representada, aún en los papeles secundarios, por artistas de gran prestigio (Antonio Casas, Jesús Puente, Concha Cuetos, Paco Valladares, Paloma Valdés…) y retransmitida con gran audiencia de público.

Joaquín Marrodán escribió además otras obras, como la Novela: “Tres Marías” retransmitida por capítulos en el canal 1 de TVE en 1969 y un guión de cine: “Soñar que es eso”.

Desde 1958 hasta el año 1975 colaboró también en la revista satírica LA CODORNIZ «la revista más audaz para el lector más inteligente», bajo el seudónimo de BARDAXÍ, junto al también moteño de adopción Julio Penedo (5), y alcanzó gran popularidad. Reflejaba cuadros de entradas horizontales y verticales en los que comparaba realidades, personas, situaciones y fenómenos artísticos. Posteriormente colaboró en 1990 con “LA GOLONDRIZ”

También había sido colaborador de la revista “Aspas Manchegas” de la Asociación de Amigos de los Molinos de Mota del Cuervo, en el año 1962, que en aquella época dirigía el Dr. José Zarco Castellano.

Pasó sus últimos años en Madrid, donde falleció a los 81 años, el 15 de julio de 2012.

(Notas aclaratorias)

  • (1) En esta casa de la Plaza Mayor de Mota del Cuervo fue donde vivió Joaquín Marrodán. Antes perteneció a sus tíos: D. Alberto Girón (natural de la Osa) y a su esposa Dª Francisca García Tarruellas (natural de Barcelona y más conocida como Dª Paca).
  • (2) Donde ejercía, desde el 4 de julio de 1904, como catedrático de caligrafía el también de ascendencia moteña Juan Antonio Jiménez y Martín.
  • (3) Que según refleja Gregorio Torres Nebreda en su libro: “De Jardiel a Muñiz: Estudios sobre el teatro español del medio siglo” el Teatro Nacional de Cámara fue creado por decreto el 20 de septiembre de 1954, como una prolongación del TEU nacional, y desde esa fecha de su fundación y hasta el 1965 estrenó, en el escenario del Teatro María Guerrero de Madrid, a una serie de dramaturgos noveles de entonces, como: José Luis Sampedro, Rodríguez Bueded o el mismo Joaquín Marrodán.
  • (4) En el Diario de Lérida y una amplia crítica en el diario ABC
  • (5) Julio Penedo Iglesias, (25/12/1928 – 07/07/2005) escritor y humorista nacido en El Ferrol, casado y afincado en Mota del Cuervo, colaborador al igual que Joaquín Marrodán, en la revista «Aspas Manchegas». En este enlace puede verse un artículo que dicha revista dedicó a la memoria de Julio Penedo.

    (Bibliografía)

  • «El humor verbal y visual de la Codorniz», de José Antonio Llera. CSIC. Instituto de la Lengua Española, Madrid, 2003

 

Nota del autor:
Esta humilde investigación sobre Joaquín Marrodán Lodares, no hubiera sido posible sin la ayuda y complicidad de su hermana Carmen Marrodán Lodares y su sobrina (hija de esta última) Carmen Lodares Marrodán, ambas residentes en Madrid y con las que me mantuve al habla desde el 14/01/2011 para recabar datos biográficos del mismo. También les mostré mi interés por visitar personalmente a Joaquín, que por aquel entonces estaba en una residencia, pero me dijeron que últimamente no le gustaba recibir recibir visitas. Algo que entendí perfectamente, ya que es normal no querer mostrarse en según qué circunstancias. No obstante, tanto la hermana, como su sobrina, -amablemente- le hicieron llegar un borrador de este artículo con su biografía. Según me dijeron se alegró mucho y les pidió mi teléfono, con la intención de llamarme. Algo que -tristemente- ya no pudo llevarse a cabo. El 15-07-2012 me informaron del fallecimiento de Joaquín Marrodán.

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Autor: José Manuel González Mujeriego
Publicado por la Asociación de Amigos por la Historia el 17 de julio de 2012

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo

Fray Alonso Cano y Nieto (Académico de la Historia y Obispo de Segorbe)

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Fray Alonso Cano y Nieto en la galería de obispos de la Catedral de Segorbe (Castellón)

Fray Alonso Cano, nació en Mota del Cuervo el 23 de enero de 1711 y murió en Segorbe (Castellón) el  7 de abril de 1780 a los 69 años de edad.

Fue un fraile Trinitario Calzado, de gusto y finura por las buenas letras, tuvo varios cargos honrosos en su orden. Se cree que  comenzó  su carrera eclesiástica siendo prior del convento de trinitarios de Mota del Cuervo. Era sobrino del ilustre teólogo moteño, Melchor Cano, se formó en Burgos y Alcalá de Henares, ciudad en la que impartió Teología (1737-1745), fue administrador eclesiástico y académico de la Historia (1760), era una persona con una gran formación en muchos campos del conocimiento, como la Arqueología, la Agricultura, la Ganadería, la Geografía, la Teología, etc.

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Antiguo convento de los Trinitarios Calzados de Mota del Cuervo.
(Recreación virtual de jmgm)

Según nos cuenta Jaime Villanueva en su libro “Viaje Literario a las iglesias de España”(1), Fray Alonso Cano fue calificador de la Suprema y General  Inquisición, censor diputado por su majestad para la revisión de libros en estos reinos,  académico de la Real Academia de la Historia y redentor general del orden de la Santísima Trinidad de Calzados, redención de cautivos.

Fue elegido Obispo de Segorbe el 22 de junio de 1770, tomando posesión de su silla el 27 de octubre del mismo año. Lo primero que ordenó fue erigir el Seminario Conciliar, que supuso un paso muy aventajado para la reforma del clero. Redactó las constituciones, diseñó el plan de estudios, y se encargó del gobierno del seminario en lo espiritual y en lo temporal: mejoró y aumentó sus fincas, obteniendo privilegios de amortización y socorriéndole con grandes sumas económicas en sus necesidades más urgentes. Fue preciso en la observancia de los cánones sobre dispensas de proclamas y en no llevar derechos en las órdenes y licencias, disminuyó los gastos en las visitas a la diócesis, estando dispuesto a mantenerse a sus expensas, si se lo hubiera permitido la generosidad del clero.

fray-alonso-cano-catedral-de-segorbeCatedral de Segorbe (Castellón)

Promovió diversas obras en la Catedral de Segorbe, gracias a la vinculación del obispo Alonso Cano con la arquitectura de Roma merced a su gestión de la iglesia de los Trinitarios. Fray Alonso Cano prologó el tratado manuscrito de arquitectura de José de Hermosilla, publicado por primera vez en este facsímil de “La Luz de las Imágenes” como apéndice del libro (2)

Formalizó y concluyó el plan benéfico de la catedral y del obispado de Segorbe, formó una biblioteca episcopal pública, que acredita su buen gusto y el deseo de la instrucción que quería fomentar en Segorbe y en toda su diócesis. Fundó un hospicio y una casa de misericordia en Segorbe.

Cooperó en la construcción de diferentes iglesias y procuró que se edificasen con una arquitectura sólida y sencilla. Cuidó mucho de las religiosas de Caudiel (Castellón), a quienes regaló libros y les dejó fundadas dos fiestas. En ellas y en las que se celebraban en esa ciudad, dejó claro cuánto deseaba promover la devoción. Fue muy limitado en sus gastos para poder así socorrer a los pobres.

Promovió la agricultura, fomentando la plantación de olivos, pagando tres o cuatro reales por cada olivo nuevo que se plantase.

Estableció en varios pueblos escuelas de primeras letras y las puso bajo la protección real.

El 30 de julio de 1771, el obispo de Segorbe y maestro trinitario Fray Alonso Cano Nieto, tras realizar por su cuenta varias excavaciones arqueológicas cerca de Sagunto, escribió una carta al Ilustrísimo Sr. D. Pedro Rodríguez  Campomanes, informándole del envío de una respetable cantidad de monedas, medallas y algunos objetos arqueológicos, con lo que contribuyó a la formación de la más importante colección de antigüedades de España. (3)

Según se relata en los Manuscritos sobre antigüedades de la Real Academia de la Historia (4), el moteño, Fray Alonso Cano era miembro de pleno derecho de la Real Academia de la Historia desde el 27 de junio de 1760,  concretamente cita que:

“ El P. Cano dio cuenta a la Academia de que el padre administrador de su Hospital de Túnez, encargado por su regla de orden de la Academia para recoger las medallas y antigüedades apreciables de aquel país, le avisaba tener recogidas y encaminadas por la vía de Marsella una medalla de oro, 53 medallas de plata y 103 medallas de metal mezclado con plata, 222 de metal grandes y 350 de tamaños diversos. En total 1233 medallas. También avisa que se habían brindado con un registro…. Seguida de los cónsules y emperadores romanos sobre lo que ofrecía dar lista y precio por si le interesara ser adquiridas por la Academia de la Historia.”

Fray Alonso Cano, realiza para el rey Carlos III un estudio pormenorizado de la ciudad de Argel, escribiendo  el  “Nuevo Aspecto de la Topografía de la Ciudad y Regencia de Argel, su estado, fuerzas i gobierno actual comparada con el antiguo” (5), manuscrito que se conserva un ejemplar en la Biblioteca de la Universidad de Alcalá de Henares, y otro en la Biblioteca Nacional, firmado en 1778 en Madrid por Fray Alonso Cano y Nieto. Detalla, como si un relato de espía se tratara, desde el origen del nombre de la ciudad de Argel, su exacta posición geográfica, hasta su puerto y otros detalles topográficos de la ciudad, y de sus edificios: sus 14.000 casas, sin fachadas llamativas, casi todas ellas con puertas con arco de medio punto, muchas extremadamente bajas, para impedir la entrada de las caballerías turcas; sus baños públicos, unas 100 mezquitas, sus cuarteles, hornos y otros edificios públicos…. Detalla que sus calles son tan estrechas, que en casi todas ellas, apenas pueden ir dos personas juntas. Habla de las nueve puertas  y de las fortificaciones de la ciudad de Argel. También nos cuenta sobre sus aproximadamente 100.000 habitantes (de los cuales unos 35.000 eran cautivos). En cuanto a los europeos que hay en Argel, y dice que se reducen estos a cuatro clases:

“Cautivos y Redentores, Cónsules y mercantes libres.

Y todos peligran igualmente, en cualquiera curiosidad o indagación del país y su gobierno que se les note….”

 Habla en sus relatos sobre las expediciones españolas para recuperar el territorio de Argel para España y para combatir a los corsarios argelinos de nuestras costas.

En un apéndice de este tratado hace una relación sucinta de la “Redención general de cautivos hecha en Argel por orden del Rey Nuestro Señor Don Carlos Tercero. Desde el día 12 de Octubre del año pasado de 1768, hasta el fin de Febrero del siguiente de 1769”.

“El número de los cautivos canjeados por Moros fue de quinientos sesenta y dos; el de rescatados a dinero, quinientos diez y siete; y el de personas de ambos sexos del Pueblo de Tabarca, trescientos veinte y tres. En todas, mil cuatrocientas y dos, y entre ellas siete Eclesiásticos, un Comisario de guerra, un teniente y un contador de Navío; veinte y ocho patrones de Embarcaciones, y doscientos y treinta y uno entre Mujeres, Niñas y Niños, y ciento y un Soldados.”

En su época, Fray Alonso Cano, se mostró crítico (6) con motivo del excesivo número de estudiantes que, después de superar los cursos de las Facultades de Artes, pasaban, casi en su totalidad, a las Facultades de Teología, puso de relieve  la forma en que se estudiaba esa ciencia desde el siglo XVI, y su inutilidad, manifestando que

“ el espíritu de partido, antes citado, es el disolvente universal que lo inmuta todo. Las sutilezas se han sustituido a la solidez; lo verosímil a la verdad”.

Otros miembros destacados del clero, como el obispo de Barcelona, manifestaron críticas parecidas.

Este ilustre moteño escribió, además de la ya citada: “La redención de cautivos de 1769 y  La nueva topografía de Argel de 1770”, otras obras literarias, entre las que cabe destacar las siguientes:

  • “Método de estudios monásticos”
  • “Disertación sobre la cabaña real, o ganados trashumantes”

Prologó varios libros, como el titulado “Fray Gerundio de Camapazas” (7) en cuyo texto cita el éxito de la obra de Cervantes.

Fray Alonso Cano y Nieto tuvo en Mota del Cuervo una casa palacio con su escudo episcopal, que aún se conserva en buen estado, situada en la esquina del Pozo de la Aldea y la calle Mayor. Es uno de los pocos moteños ilustres que tiene dedicada una calle en su pueblo.

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Casa palacio de Fray Alonso Cano y Nieto en Mota del Cuervo (foto jmgm)

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Detalle del escudo de la casa de Fray Alonso Cano, con la cruz patada trinitaria en el centro, la tiara y el báculo episcopales, el sombrero sinople del que cuelgan seis bardas a cada lado, los grilletes y las cadenas que hacen referencia a la redención de cautivos.
(foto jmgm)

NOTAS ACLARATORIAS:

  • (1) Viaje literario a las iglesias de España. Vol. 2, pag. 109. De Jaime Villanueva, Joaquín Lorenzo Villanueva, Real Academia de la Historia. 1804.
  • (2) Del libro «La renovación ilustrada de la catedral de Segorbe: del obispo Alonso Cano al arquitecto Vicente Gascó», realizado por el catedrático de Historia del Arte Joaquín Bérchez y editado por la Fundación de la Comunidad Valenciana La Luz de las Imágenes. 2002
  • (3) “Morvedre en los inicios de la arqueología española. Alonso Cano y las monedas enviadas a la Real Academia de la Historia en 1771” por Andrés Díaz Borrás del IES Camp de Morvedre . Año 2007
  • (4) Según nos relata Juan Manuel Abascal Palazón y otros autores, en su libro Manuscritos sobre antigüedades de la Real Academia de la Historia – Página 153
  • (5) La redención de cautivos de 1769 y la nueva topografía de Argel de Alonso Cano de 1770. Versión versiculada del Documento: Argel Delenda Est. El “Nuevo Aspecto de la Topografía de la Ciudad y Regencia de Argel” de Fray Alonso Cano y Nieto. Emilio Sola – Colección: Grandes Fuentes Fecha de Publicación: 14/03/2010. El original manuscrito de Fray Alonso Cano, se encuentra depositado en la Real Academia de la Historia en Madrid.
  • (6) Según se cita en el libro de Antonio Álvarez de Morales: “La ilustración y la reforma de la universidad en la España del siglo XVIII
  • (7) Fray Gerundio de Campazas. Autor: José Francisco de Isla (1703-1781) Publicado en Madrid en 1758 por la imprenta Gabriel Ramírez.

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Autor: José Manuel González Mujeriego

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

Nota del autor: Repasando mis escritos sobre Mota del Cuervo, en particular aquellos que creía interesantes para agrupar en este blog, me encontré con esta breve biografía sobre Fray Alonso Cano, cuyos datos empecé a recabar el 29-09-2010 (según la fecha del documento de word), pero que nunca, hasta ahora, llegué a publicar.

La Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo, a propósito del tercer centenario de ese ilustre moteño, en diciembre de 2011, conmemoró ampliamente este evento, mediante un acto de exaltación de la figura de Fray Alonso Cano, con un recorrido desde la casa donde nació este prócer moteño, hasta en la Tercia Real, en donde un historiador de nuestra Asociación dictó una ponencia específica sobre Fray Alonso Cano, a la que tuve la oportunidad de asistir como oyente. También pueden ver otro artículo de ese mismo historiador sobre  Fray Alonso Cano, en la  en la revista nº 1 de nuestra Asociación, publicada en abril de 2014.

Con esta humilde aportación biográfica en mi blog, solo pretendo homenajear personalmente a uno de los moteños más ilustres del siglo XVIII.

Diego de la Mota (Prior, Secretario Notario y Bibliotecario del Escorial)

DIEGO DE LA MOTA nació en Mota del Cuervo en Noviembre de 1727, fue un fraile de la desaparecida Orden de los Jerónimos  que llegó a ser Prior en el Monasterio del Escorial.

El 14 de mayo de 1763 tomó el Magisterio en Sagrada Teología, defendió 12 tesis acerca del Mérito de Cristo, según la doctrina de Santo Tomás.

Posteriormente fue nombrado Prior del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial por orden directa del rey Carlos IV (1) a propuesta mayoritaria de  los nueve vocales del Monasterio, cuyo número se componía del General y sus ocho Definidores.
En aquel tiempo los reyes de España conservaban el privilegio de elegir  al prior
del Escorial, generalmente por un trienio  y con un tiempo máximo de seis años de
permanencia en el cargo.

diego-de-la-mota-el-escorialMonasterio del Escorial

Entre sus funciones como Prior del Escorial, además de las misas, sacrificios y oración perpetua con todas las demás cargas que por la función estaban obligados, el Prior tenía el  deber de conservar todas las casas y el Monasterio del Real Sitio, sus calles, sus arboledas. Todo ello con cargo al Convento, si pedir nada al Rey, que poseía el privilegio de la caza mayor y menor  en todas sus dehesas y sin obligación de recompensar al Convento por los daños que, por la caza, pudiera causar… Los frailes podían en cambio quedarse solamente con los conejos…

Biblioteca-Escorial-sala_2.jpgBiblioteca del Escorial (foto Patrimonio Nacional)

Diego de la Mota (2), ejerció también, en 1765, el cargo de Secretario Notario del Escorial, y tuvo que intervenir, para dar fe en un importante auto por la sustracción, en la Biblioteca del Real Sitio, de dos hojas de un códice visigodo del siglo IX:  Tratado “De Hábitu Clericorum” del Presbítero cordobés Leovigildo, al ser extraído excepcionalmente de la Biblioteca del Escorial, por el P. Francisco de Rabago (que fue confesor del rey Fernando Sexto),  y que al ser devuelto a la Biblioteca, se observó  que faltaban dos hojas del antiguo códice. Se hicieron las averiguaciones oportunas y resultó que el P. Rábago y el Padre Enrique Florez (agustino natural de Villadiego), declararon que  habían arrancado y quemado  esas dos hojas del códice, por “su contenido nada favorable al honor de esta Nación”, privando definitivamente de su contenido a las generaciones futurasllevando a cabo una labor de censura, que denunció Fray Diego de la Mota… (3). No obstante, el Padre Florez, autor de importantes obras literarias como la España Sagrada, y transcriptor de numerosos documentos antiguos, ante la negativa del Rector de otra importante biblioteca, en ese caso la del colegio de San Ildefonso, de extraer de ella otro Códice, bajo la pena de excomunión, solicitó y obtuvo una dispensa papal (de Clemente XIII, en 1768) por la que se le concedió la “Facultad para poder sacar Libros Mss. de las Bibliotecas de España, sin incurrir en Censura”. (4)

padre-florezMonumento al Padre Enrique Florez en Villadiego (Burgos) (foto jmgm)

Diego de la Mota,  como Prior del Escorial, ostentó cargos anexos a éste, en la provincia de Segovia, como Prior del Convento de Santo Tomé de Pie de Puerto,  del que, actualmente, solo se conserva la Torre. Ha sido siempre un lugar muy pasajero, por encontrarse en el Camino Real de Madrid a Bayona, al pie del Puerto de Somosierra, lo que propició la creación de una importante venta, propiedad del Convento, denominada la Venta Juanilla.

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A la izquierda torre del Convento de Santo Tomé del Puerto, a la derecha Abadía de Santa María de Párreces, donde Diego de la Mota ejerció como Prior y Abad respectivamente.

 También fue Abad de Santa María de Párreces, en el municipio de Bercial (Segovia), cuya abadía pasó a manos privadas tras la desamortización de Mendizábal en 1836.

Este moteño ilustre, murió con 91 años, el 18 de agosto de 1818, después de soportar, junto a un número reducido de frailes, la invasión del Monasterio por las tropas francesas, que ocasionaron graves pérdidas en el patrimonio del Escorial.

En la Biblioteca del Escorial se conserva la “Carta pastoral del reverendísimo padre Fray Diego de la Mota, prior del Real Monasterio de San Lorenzo, de Sto. Tomé de Pie de Puerto y abad de Párraces : dirigida á todos sus muy amados hijos, hermanos y súbditos, así eclesiásticos como seculares, sobre la obligación de suscribir al donativo ó préstamo que ha abierto S.M. / [Fray Diego de la Mota]” (5).

NOTAS ACLARATORIAS

  • (1) Como detalla Fray Julián Zarco-Bacas Cuevas (1887/1936), conquense, de ascendencia moteña (que da nombre al IES de Mota del Cuervo), clérigo agustino, historiador y bibliotecario del Monasterio del Escorial, beatificado en 2007 por Benedicto XVI, y miembro de la Real Academia de la Historia, en su libro: “DISCURSOS LEIDOS ANTE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA”, editado con fecha 1 de junio de 1930, en su página nº 86, cuyo  extracto literal y la portada del libro se reproducen a continuación:
    diego-de-la-mota-por-julian-zarco-1diego-de-la-mota-por-julian-zarco-2
  • (2) No hay que confundir a este Diego de la Mota, natural de Mota del Cuervo, del siglo XVIII, con el Licenciado Diego de la Mota, natural de Belmonte, que vivió en el siglo XVI y que fue fraile canónigo del Convento de la Orden de Santiago en Uclés. Éste escribió:  El Libro del principio de la Orden de la Caballería de San Tiago, del Espadaen donde, entre otras cuestiones, alude al crecimiento demográfico, en los territorios de la Orden, en el periodo de  1468 a 1598, en donde La Mota había pasado de tener 90 vecinos, a tener 800 en ese periodo de 130 años.
  • (3) La censura llevada a cabo en este códice visigodo se detalla en la página 102 del Boletín de la Real Academia de la Historia, recogido en la biblioteca virtual Miguel de Cervantes.com
  • (4) Según se detalla en los documentos de trabajo U.C.M. Biblioteca Histórica, 03/2 del Congreso internacional “El Padre Florez: Tres siglos después”.  El Padre Florez, la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense. De Ana Santos y Marta Torres. (pág.7).
  • (5) Editada en Madrid en 1798 (PR Real Biblioteca, signatura MV/987)

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Autor: José Manuel González Mujeriego
Editado por primera vez en Nov. 2009 y revisado y ampliado en febrero 2017

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

Las apariciones de Juan de Rabé – Actuaciones de la Inquisición en Mota del Cuervo

Juan de Rabé era un pastor vecino de Mota del Cuervo, nacido a finales del siglo XV, que fue denunciado y condenado por la Santa Inquisición por relatar unas falsas apariciones. La primera en 1514,  de la Virgen  María, que según él estaba vestida de blanco y montada sobre un burro. El lugar de la supuesta aparición fue en un viñedo que pertenecía a su primo Francisco Martínez, en el vecino pueblo de Santa María de los Llanos.  En 1516 también relató que se le apareció San Sebastián en un paraje cercano al Toboso.

Mucha gente dio crédito a la supuesta aparición de la Virgen. Hubo testigos que declararon que habían visto como el sacerdote de Santa María de los Llanos había ido en procesión desde la iglesia y como pusieron una cruz en el lugar de la supuesta aparición.

Juan de Rabé vivía y trabajaba como bracero en  Mota del Cuervo, cuando fue denunciado el 28 de marzo de 1517 por Magdalena la esposa de Diego del Pozo (vecino de Santa María de los Llanos). Fue apresado en las cárceles de la Inquisición y posteriormente llamado para prestar juramento y  declarar ante el Tribunal del Santo Oficio en Cuenca, en febrero de 1518.

Dintel de familiar de la Inquisición
Dintel de familiar de la Inquisición en Mota del Cuervo 1683

El inquisidor Juan Yáñez, le tomó declaración y le fue preguntando cómo se llamaba, a lo que respondió:

(1)“Que se llama Juan  de Rabé, hijo de los defunctos Juan de Rabé y de Ynes Rodríguez,  vecinos que fueron de Villaverde e de allí naturales christianos viejos de todas partes, e que no tiene más que una hermana que vive en la Mota, que se llama María de Rabé, que es casada con Pedro García, labrador, vecino de la dicha villa de la Mota.”

A la pregunta de si es casado o había sido respondió:

“Que no,  porque no había hallado quien bien se hiciese, e que es de edad de cinquenta años poco más o menos”.

Preguntado sobre qué hacienda tenía, dijo:

“Que no tenía ninguna hacienda, salvo que se mantiene de su trabajo cavando y arando y a las vezes siendo pastor e quel año pasado antes deste hera pastor”.  

Preguntado que donde había vivido estos años pasados, dijo:

“Que en la dicha villa de la Mota y en Sancta María de los Llanos”, preguntado si sabe en qué año vivimos, dijo “Que no sabe, aunque sabe ques el mes de hebrero”.

Posteriormente le preguntaron si sabía rezar el Credo y el Salve Regina, a lo que contestó que no, y si sabía el Padre Nuestro y el Ave María, a lo que respondió que sí y fue mandado a que lo dijese. Dijo completo el Ave María y el Pater Noster aunque no bien sabido. Fue preguntado por su Reverencia si se ha confesado cada año como manda la Santa Madre Iglesia, y dijo:

“Que cada quaresma de cada vn año se ha confessado en la dicha villa de la Mota con el cura viejo y que ha rescibido el sanctissimo sacramento cada que se confessava”.

Preguntado si sabía los diez mandamientos y los artículos de la fe y los siete pecados mortales y si sabía los cinco sentidos, dijo:

“Que no sabe nada de todo esto ni parte dello”.

Fue preguntado si la soberbia, o  la envidia, o la lujuria, o matar a algún hombre era pecado. A lo fue respondiendo que “No sabe”. Posteriormente le preguntaron si hurtar era pecado, a lo que respondió:

 “Que nos guardase Dios que hurtar hera muy grande pecado”.

Preguntado qué cosas eran las que confesaba, pues no confesaba pecados ningunos, dijo:

“Que yendo este confitente a cavar en una vyña pude aver quatro años a Sancta Maria de los Llanos que hera de vn primo suyo que se dize Françisco Martínez solo y llevaua vn açadon para cavar y vna bota y su pan para comer yendo por el camino oyo vu trenuedo grande en el çielo y estonçes dixo este que depone o valame Dios del çielo raso esta el çielo como trenueda y mirando hazia el lugar dixo que avya oydo otro trenuedo y vyendo como estaba raso dixo valame Dios ques esto y que en esto miro a sus pies y dixo que avya visto a nuestra señora la Virgen María cabe (junto a) sus pies, e que le paresçio que hera como vua niña chiquita e que venia cabalgando en vn borriquito chiquitico e bestida de blanco”.

Preguntado de qué color era el borrico, dijo:

“Que hera muy hermoso que no sabe de que color hera”. También le preguntaron que quien venía con ella y respondió: “Que no venía otra persona ninguna”.

Después le preguntaron que como sabía, o quien le dijo que aquella era Nuestra Señora, dijo

“Que ella misma se lo dixo, e que la avya dicho o cuanta mala gente ay en este tu lugar que no hacen sino jurar y perjurar a mi hijo e que no bastava los hombres sino que tanbien las mujeres. Y que le fuese a decir a tdodo el pueblo y al cura que tomasen la cruz y fuesen en proçissyon hasta el sancto cabero questa en el Pedernoso o hacia el Pedernoso y que pusiesen vna cruz donde avya venido i aparesçido a este confidente. Y asy fue luego a dezirgelo a todos, y vinieron luego con vna cruz y la pusieron en el mismo lugar que este confitente los dixo que la avya aparesçido nuestra señora; y de allí fueron al dicho sancto cabero que puede estar de allí mas de quatro tiros de vallesta e después que se tornaron luego al lugar en prcessyon y que antes que fuesse a decir al pueblo aquesto que la avya dicho se le avya desaparesçido e que nunca mas la vydo e que esto hera vn sábado por la mañana y que le dixo que no lo dixiese hasta la tarde e que asy lo hizo y que no le quería absoluer el clérigo hasta que el domingo luego lo dixo antel pueblo en la yglesia”.

Preguntado si Nuestra Señora, la que dice que vio, traía en sus brazos alguna criatura, dijo

“Que no le avya visto nada sino como venía sentada en el borriquito”.

Preguntado si sabía si era borrico o mula, dijo:

“Que no sabe sino que le paresçio borrico y muy bonito, e que nunca otra bez ninguna se le aparesçio saluo la que dicha tiene, pero que otra vez dende a dos años se le aparesçio sanct   Sevastian en los llanos de casa sola e que traya vn vestido de pardo y con sus saetas con sangre e que traya vna corona de oro corno a manera de estrella y que hera tan alto como la meitad deste que depone y benia solo y que hera vna mañana antes que almorzase este deponente andando con ganado de Christoval Sanches de la Mota, y le dixo como hera Sanct Sevastian y nuje le dixo que fuesse al Toboso porque murían estonçes mucha gente de pestilencia e los dixese que hiziesen dos hermitas la vna en el çerro espartose e que les avya manaddo hazer nuestra señora que no avya querido hazer hasta que torno aquella mortandad como antes las avya avydo como ella vya mandado y la otra baxo del señor Sanct Pedro la qual esta començada a hacer y que no sabe de que santo saluo que la del çerro espartoso les mando que fuese de señor sanct roque”.

Visto por sus Reverencias la confesión del dicho Juan Rabé y todo lo que más debió ver y examinar, fallaron que le debían mandar y le mandaron dar cien azotes por las culpas que contra él resultan de su confesión, los cuales le mandaron dar públicamente por las calles acostumbradas de esta ciudad a voz de pregonero y después le mandaron de vuelta a la cárcel de la inquisición para informarle de lo necesario para la salud de su alma. Después le dejaron en libertad y le mandaron que, en adelante, se cuidara de andar publicando las vanidades por el confesadas, dado que son perjudiciales a la santa fe católica y a las almas de las personas que pudieran oírlas.

Esta sentencia fue dada el 17 de febrero de 1518, y fueron testigos Lope Suarez Allid y Francisco de Hoyos, portero del santo oficio, ante el notario Francisco Jiménez.

En esta época tanto en España como en Italia eran frecuentes las apariciones de este tipo. En Quintanar de la Orden también hubo, en 1523,  un caso de aparición de la Virgen protagonizado por Francisca la Brava, también procesada por la Inquisición. Un periodo donde las epidemias y las plagas eran frecuentes, y este tipo de apariciones eran sucesos aceptados de, alguna manera, por el pueblo.

El V Concilio de Letrán, en 1516,  vino a regular la supervisión papal sobre estas apariciones antes de su difusión pública. La Inquisición, como jurisdicción especial en la lucha contra la herejía, extendió su atención a estas apariciones, además de perseguir las prácticas judías y musulmanas de una manera atroz.

En Mota del Cuervo aún quedan vestigios de la Inquisición, como son: La Plaza de la Cruz Verde, donde se situó la picota (desaparecida posiblemente por un rayo), un escudo de la Inquisición del año 1738 y un dintel del año 1683 perteneciente a un familiar de la Inquisición, ambos con las enseñas de la Inquisición: la cruz, la espada y una rama.

Escudo de la Inquisición en Mota del Cuervo
Escudo de la Inquisición en Mota del Cuervo, año 1738 (foto y recreación virtual (2) de jmgm)
  • (1) Las contestaciones de Juan de Rabé están escritas en castellano antiguo.
  • (2) ) Para aquellos que se acerquen a ver este escudo de la Inquisición, situado en Mota del Cuervo, junto a la plaza de la Aldea, podrán observar las notables diferencias respecto de la recreación virtual del mismo que aparece en este artículo. La cuestión es que, en su último traslado este patrimonio ha sufrido graves desperfectos en su colocación, de manera que el cuerpo del escudo aparece ahora invertido, con el resultado de que el medallón con la cruz flordelisada, la espada y el ramo de olivo, están situados erróneamente en la parte superior del escudo y lo que iría arriba, está ahora abajo. También el operario que lo colocó, falseó intencionadamente la fecha original de 1738, cincelando una raya debajo del siete para formar un 4, de forma que ahora se lee 1438, fecha imposible para este escudo, ya que la inquisición fue creada en España en 1478 (50 años después de lo que pone ahora este escudo). La fecha correcta es 1738.

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Escudo falseado de la Inquisición en Mota del Cuervo

Bibliografía:

-THE LIBRARY OF IBERIAN RESOURCES ONLINE – Apparitions in Late Medieval and Renaissance Spain – William A. Christian, Jr. – 12. La Mota del Cuervo, c. 1514, and El Toboso, c. 1516. Inquisition of Cuenca ADC Inquisición, Leg. 71, num. 1039.

-Apariciones en Castilla y Cataluña (Siglos XIV-XVI) – Página 318, de William A. Christian. 1990

-Sueño y ensueños en la literatura castellana medieval y del siglo XVI, Página 155, de Julián Acebrón Ruiz -2001

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Autor: José Manuel González Mujeriego
Publicado en  Julio 2012

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

Los segadores de Mota del Cuervo

los-segadoresCartel anunciador de la película de J.A. Bardem, «La Venganza»

TVE ha vuelto a emitir la película “La Venganza”, escrita y dirigida por Juan Antonio Bardem, que obtuvo el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes y estuvo nominada al Óscar a la mejor película extranjera.La película fue rodada en la década de los años 50 del siglo XX, en diversos pueblos manchegos, entre los que están:  Mota del Cuervo, Las Pedroñeras, El Toboso, Membrilla…, y en donde se narran las penurias y calamidades que por aquel tiempo sufrían los segadores, que iban de pueblo en pueblo buscando trabajo, a veces en competencia feroz con los segadores de cada uno de esos pueblos. Esta película, que en origen se iba a llamar “Los Segadores” y que por su coincidencia con el himno catalán, la censura de aquellos tiempos les obligó, no solo a cambiar el título por el de “La Venganza”, sino que entre otras cosas les hicieron cambiar la época en donde se desarrollaba la acción, para evitar así transmitir al exterior una imagen pobre de la España de la postguerra, especialmente por la crudeza de algunas de sus escenas, en las que se reflejaba la penuria de los campesinos. Por estas circunstancias, la película revela que la acción se desarrollaba en el año 1931, época que coincidía justo tras la caída de la monarquía de Alfonso XIII.

los-segadores-plaza-cruz-verde

Una de las escenas más multitudinarias, se desarrolla en la Plaza de la Cruz Verde de Mota del Cuervo, lo que nos ha permitido hacer un viaje en el tiempo, al permitirnos contemplar cómo era, hace sesenta años, esa plaza y hacernos una idea de cómo era el resto del pueblo:  con sus casas bajas, perfectamente encaladas, con sus calles de tierra, con una tosca fuente de cemento en el medio de la plaza, con sus dos piletas enfrentadas para llenar los famosos cántaros moteños. La tienda de la Nemesiana, en la esquina de la calle mayor, la vestimenta de sus actores, especialmente la de los campesinos, con esos blusones típicos de la época que lucían los hombres, que junto con el pañuelo a la cabeza, y bajo el sombrero , aliviaban ese tórrido sol de la Mancha en la época de la siega, con esas albarcas en los pies, algunas realizadas con ruedas de neumáticos…. Las mujeres con esas sayas largas y oscuras, muchas de ellas motivadas por los largos años de luto por el fallecimiento de algún familiar, con sus característicos mandiles y  con sus típicos pañuelos ajustados a la barbilla y, que nos recuerdan una posible influencia árabe.

Con la reposición de esta película,  ha llegado a mi memoria un panfleto, una soflama  u octavilla reivindicativa, que hace tiempo me facilitó una pariente nonagenaria, Piedad Piqueras Mujeriego. Octavilla impresa a dos caras, que aún conserva el color sepia del papel que se utilizaba en la época,  perfectamente doblada en ocho partes, y con los datos de la imprenta madrileña al pie de una de sus caras (TIP. FERREIRA.- Dr. Mata, 3 MADRID). Me contaba mi pariente, que ésta soflama fue lanzada al vuelo por los segadores junto a otras muchas, y que fue recogida por una de sus hermanas mayores, una persona –me dice- cultivada y que le gustaba leer el periódico todos los días.  Algo muy poco común en su época, tratándose como era, de una mujer. Esta hija de Maria Rosa  recogió del suelo este pasquín, en la plaza mayor de la Mota, justo enfrente de su casa, cuando venía de comprar el periódico ABC para el bar que regentaba su padre, en esa misma plaza, allá por los años 30, antes de la guerra civil española.

Reproduzco a continuación el anverso y el reverso de ese pasquín.:

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Al tratarse de segadores, no he podido resistir la tentación de mostraros este documento original, que representa una parte de la historia relativamente próxima de nuestro pueblo. Este panfleto, por la valentía que reflejan esos “cantares” firmados por “Doroteo Muñoz CAPOTE”, el Capitán de la Comparsa de Segadores, que amparándose en los carnavales, donde la permisividad era mayor, nos muestra la forma de vida, no solo de los segadores de la época, sino de los yunterillos, y de los labradores a sueldo de los grandes agricultores. Aunque al final, la película muestra la reconciliación entre los rivales, en la vida real, hemos visto que no es tan fácil esa reconciliación. Lamentablemente un tema muy sensible aún en nuestro pueblo, a pesar de los años transcurridos y del progreso económico. Con este documento, solo pretendo recordar el momento social de Mota del Cuervo y su entorno en aquellos años treinta. Un texto que habla por sí solo de las penurias de los pobres segadores, del respeto con que exponen esta “comparsa de segadores” sus reivindicaciones, y quizás con el temor de no enfrentarse con estos relatos a los posibles empleadores.

Me cuenta mi pariente que aún se acuerda, como en aquella época, las cuadrillas de segadores que  llegaban a la plaza mayor de Mota del Cuervo, con sus mujeres e hijos pequeños, llorando, envueltos con trozos de sábanas dentro de las “agüaeras” de sus borricos, “aparcados” en la acera de los Marrodanes, cobijados bajo la sombra del voladizo de la “portá”, o de los campamentos de gitanos que se establecían junto a la Ermita de Santa Ana, a la entrada del pueblo. También de las colas de personas que se formaban en las puertas de las casas grandes, que con el objetivo de recabar un “centimillo” de peseta  (0,01 céntimo de peseta), rezaban por las ánimas del purgatorio y por los difuntos de esa casa, hasta que salía el ama con la limosna. Eran otros tiempos,  que obligaron a muchos moteños a emigrar a Barcelona, a Valencia, o a Madrid.

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Autor: José Manuel González Mujeriego
Publicado en octubre de 2015

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

Complejo Lagunar de Manjavacas

Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo.Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo. (foto: jmgm)

Reserva Natural, lugar de referencia dentro de la Mancha Húmeda, digno de ser visitado por su atractivo natural de la fauna y la flora específica, por su gran valor geomorfológico, paisajístico y didáctico de este complejo lagunar. Ruta ornitológica accesible con elementos para el observatorio de las aves, con pasarela, y caseta de observación.

El Complejo lagunar de Manjavacas está compuesto por 6 lagunas endorreicas, de poca profundidad, semipermanentes y de carácter salino.

La más importante es la LAGUNA DE MANJAVACAS, con una superficie de 1’06 km2, y es mesosalina. Su recarga se debe a los aportes de aguas subterráneas, aportes pluviales y aportes de aguas superficiales depuradas procedentes del municipio de Mota del Cuervo, lo que determina su caráctar hipertrófico.

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Mapa del Complejo Lagunar de Manjavacas, Reserva Natural (google maps)


SITUACIÓN: El complejo lagunar está situado en el término municipal de Mota del Cuervo (al suroeste de la provincia de Cuenca y límitrofe con las de Ciudad Real y Toledo), se accede desde Mota del Cuervo por la carretera CU-V-1001 que va hacia las Mesas, en el Km. 8,500 y está formado además por las lagunas de ALCAHOZO (la única que está situada en el término municipal de Pedro Muñoz), la de SÁNCHEZ GÓMEZ, LA DEHESILLA, NAVALUENGA y MELGAREJO, así como el entorno circundante. Todas ellas son lagunas hipersalinas y mesotróficas.

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Cartel anunciador del Complejo Lagunar de Manjavacas de Mota del Cuervo (foto: jmgm)

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Otro de los muchos carteles informativos sobre la fauna y la flora de la Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo. Este concretamente se encuentra situado dentro del observatorio ornitológico de libre acceso. (foto jmgm).

FAUNA del Complejo Lagunar de Manjavacas: A pesar de su estiaje, la existencia de densas praderas de vegetación sumergida posibilita la presencia de numerosa fauna de especies fitófagas, como el pato colorado (Netta rufina). En invierno predominan las ánatidas de superficie, como el ánade silbón (Anas penelope), la cerceta común (A. Crecca), el ánade real (A. platyrhynchos), el pato cuchara (A. clypeata), el ánade rabudo (A. acuta) e incluso especies típicas de lagunas salinas o áreas intermareales, como el tarro blanco Tadorna tadorna.

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Flamencos (Phoenicopterus roseus) en el Complejo Lagunar de Manjavacas (foto: jmgm)

Flamenco en Manjavacas por DLB

Imagen de uno de los numerosos flamencos que visitan el Complejo Lagunar de Manjavacas (Foto: David López Bellón)

Flamencos mas en Manjavacas DLBNumerosos flamencos pueblan la Laguna de Manjavacas en primavera (Foto: David López Bellón).

Es de destacar la numerosa población de flamencos (Phoenicopterus roseus) que pueblan la laguna de Manjavacas y anidan en la misma (en julio del año 2010 se contabilizaron unos 400 pollos de flamencos criados allí y una población de flamencos adultos de unos 2000 ejemplares – fuente: SEO-BirdLife CR-). La cría de flamencos es algo que hasta ahora no se daba en humedales del interior peninsular (al parecer ocurre solamente en la laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo y en la Laguna de Pétrola de Albacete). También se tiene constancia de la cría del Flamenco enano (Phoenicopterus minor) en Manjavacas, una especie de distribución africana. Es la única cita, hasta el momento, de reproducción con éxito en España de esta especie (fuente: Naturmanxa).

Cria de Flamencos en Manjavacas 29-05-13LSVB IMG_0809-1Colonias de cría de Flamencos (Phoenicopterus ruber, Greater Flamingo) en la Laguna de Manjavacas. (Foto gentileza de Luis Sitges, tomada el 29/05/2013).

 

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ANSAR COMÚN (Anser anser). En primer plano un grupo de individuos cerca de la Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo, que en esta época invernal viajan desde del norte de Europa, buscando territorios más cálidos.Unas aves de la familia de las anátidas, de color gris con el pico anaranjado y las patas rosadas. Son de gran tamaño, pueden llegar a medir 90 cm. de longitud y su envergadura (con las alas extendidas) oscila desde 147a180 cm. Emite un graznido metálico seguido por notas nasales y gangosas, similar al reclamo del ganso doméstico. (foto y comentario: jmgm)

Grullas al atardecer en Manjavacas
Grullas regresando, al atardecer, a sus dormideros de la Laguna de Manjavacas
(foto: jmgm).

Grullas enero 2016Grullas (Grus grus) en la Laguna de Manjavacas. (Foto de jmgm de enero 2016).

Estorninos en Manjavaacas por DLB

El asombroso vuelo sincronizado de los estorninos. Una gran oportunidad el poder observarlos en otoño en el Complejo Lagunar de Manjavacas de Mota del Cuervo. Se trata de una de las mejores muestras de coordinación, entre los miembros de una especie animal. Todo un espectáculo aéreo! (foto y comentario: David López Bellón).

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Bonita bandada de Ánades Reales, comúnmente conocidos como «Azulones». El término de azulón es debido al «espejuelo» de sus alas, una franja de color azul intenso, visible cuando estos patos despliegan sus alas. (Foto y comentario: David López Bellón).

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Pagazas piconegras (Gelochelidon nilotica) en el Complejo Lagunar de Manjavacas (foto gentileza de Luis Sitges). La nidificación de esta especie y de otras, como la Cigüeñuela, la Avoceta…en Manjavacas, la convierten en Laguna de Importancia Internacional.

 

FLORA del Complejo Lagunar de Manjavacas: Uno de los carteles anunciadores de la flora en el Complejo Lagunar de Manjavacas.

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La vegetación marginal de la laguna es muy particular ya que se compone de plantas adaptadas a la salinidad del agua y al nivel de inundación variable. Su distinta tolerancia a la sal y al encharcamiento hace que se distribuyan más o menos cerca de la lámina del agua.En el margen de la laguna encontramos la castañuela (Bolboschoenus maritimus).

castanuela-y-flamencos-img_7587-001En primer plano, junto a la orilla, podemos ver abundante Castañuela (Bolboschoenus maritimus o Scirpus marítimus) es una especie de planta acuática que pertenece a la familia Cyperaceae. Se encuentra en las orillas de ríos y humedales, frecuentemente en aguas salinas o mesosalinas. En segundo plano vemos numerosos flamencos y otras aves migratorias que pueblan la Laguna de Manjavacas. (foto y comentario jmgm).

También muy próximos al agua aparecen los pastizanes salinos continentales, que incluyen plantas crasas como la hierba salada (Salicornia ramosíssima), la sosa común (Salsola Soda), o el almajo (Suaeda splendens). Estas plantas sobreviven en la costra salina cuando determinadas partes de la laguna se secan. Más alejados del agua se encuentran los llamados pastizales salinos mediterráneos, compuestos por la grama salada (aleuropus littoralis) y Puccinellia fasciculata. Sobre los suelos salinos y algo nitrogenados, o en los claros de los pastizales salinos aparecen comunidades pioneras de plantas anuales, como Frankenia pulverulenta, Polypogon marítimus o Cressa crética, una planta muy escasa en la región. Algunas plantas halófilas tienen porte arbustivo, como el almajo dulce (Suaeda vera). En las zonas más elevadas se conservan retazos muy alterados de alberdinar en los que se desarrollan distintas especies de limonium endémicos.

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Bayunco «Schoenoplectus litoralis» que crece en las playas saladas de la Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo. (Foto tomada el 29-05-2014 por jmgm)

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Suaeda splendens, una planta halófila que crece en las inmediaciones del Complejo Lagunar de Manjavacas. (Foto jmgm en el mes de mayo)

Salsola soda

Salsola soda. Planta de la familia de las Quenopodiáceas, de hojas carnosas y flores pequeñas. También conocida vulgarmente como Barrilla, de la que se extraía antiguamente la sosa que era utilizada para la fabricación del jabón y del vidrio. Aspecto de la planta en otoño en Manjavacas, donde forma densas praderas. (foto y comentario: jmgm). Puede verse una entrada específica  sobre los usos de esta planta en esta misma página, en el apartado de Cultivos antiguos en Mota del Cuervo

Frankenia pulverulenta

Frankenia pulverulenta. También conocida como Albohol, una planta halófila anual. Aquí la vemos tapizar las orillas de la Laguna de Manjavacas, en suelos cubiertos de enteramente de sal. (Foto y comentario de jmgm)

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Aspecto de la Laguna de Manjavacas en otoño. En primer plano los verdes Tarays  (Tamarix canariensis),  una planta con unas raíces profundas que soportan muy bien la sal (donde otras plantas arbóreas no pueden competir), en segundo plano, sobre el saladar, una roja pradera de Salicornia ramosísima, luego una lengua de agua y detrás restos de bosque de encinas (Quercus ilex). (Foto y comentario jmgm).

flora-manjavacas-limoniumPradera de Limonium, una planta que florece en las inmediaciones de Manjavacas en el mes de Julio. De la familia de las plumbaginaceas, que prefiere los suelos salinos como el que aquí encuentra.(foto jmgm).

Carrizo Phragmites australis

Carrizo (Phragmites australis) en el entorno de la Laguna de Manjavacas, que tolera bien los ambientes salinos. Estos carrizales dan cobijo a la nidificación de muchas especies de aves acuáticas. (foto: David López Bellón).

En cuanto al tipo de vegetación sumergida más característica, son las praderas de carofitos u ovas, un tipo de algas verdes. En Manjavacas encontramos cuatro especias de ovas, entre ellas Chara galioides y Lamprothamnium papulosum, que soporta concentraciones de sal superiores a la del agua del mar. También aparecen plantas con flores como Ruppia drepanensis o Zannichellia pedunculata. Se trata de especies muy amenazadas debido a la escasez de sus hábitats.

 

RECONOCIMIENTOS Y PROTECCIÓN: Este Complejo Lagunar de Manjavacas está declarado, desde el año 2001, como Reserva Natural (Decreto 185/2001) y queda incluido en la cuenca alta del Záncara, que pertenece a su vez a la del alto Guadiana. También es Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda (declarada por la Unesco en 1981). Está integrada en la Red Natura 2000. Manjavacas fue declarada como Zona Especial Protección para las Aves en octubre de 1989 (ZEPA nº B00091) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC: ES4250010). Son Refugios de la Fauna: Laguna de Manjavacas y Laguna de Alcahozo. La Laguna de Manjavacas fue incluida (BOE 73/1993) el 15-03-1993 en la lista RAMSAR de Humedales de Importancia Internacional, especialmente como habitat para las aves acuáticas, con una superficie protegida de 230,5 hectáreas, siendo además Refugio de Caza según el Decreto 120/1989 de 3 de octubre por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

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Atardecer en la Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo (foto: jmgm)

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Aspecto de la Laguna de Manjavacas de Mota del Cuervo en noviembre 2014 (foto:jmgm)

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Almendros en flor cerca del Complejo Lagunar de Manjavacas (foto:jmgm)

atardecer-en-la-laguna2-dlbAtardecer en la Laguna (foto de David López Bellón)

MANJAVACAS. RUTA ORNITOLÓGICA ACCESIBLE

ruta-ornitologica-2Cartel anunciador de la ruta ornitológica

Existe una Ruta Ornitológica accesible, que bordea la Laguna de Manjavacas, con una longitud de 8,5km., que tiene una duración estimada de 1h, 47m (a pie sin contar paradas).

Hay otra ruta 100% accesible que tiene un recorrido lineal, con una longitud de 2,60 km., con una duración estimada de 30 minutos a pie sin contar paradas.

Existe la posibilidad de contar con audioguías explicativas, que se pueden tomar en el Punto de Recepción de Visitantes, situado en la Casa Rural Quintería Casa Honorato.

Ruta ornitológica.jpgCartel explicativo de la Ruta Ornitológica accesible

MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL COMPLEJO LAGUNAR DE MANJAVACAS: Puede consultarse un ESTUDIO DETALLADO de la LAGUNA DE MANJAVACAS  realizado por la bióloga: Cristina Camps Rodríguez en: http://www.mota-del-cuervo.com/estudiolagunaver.asp?Id=3

Pueden consultar la página de Facebook de la página del Complejo Lagunar de Manjavacas de Mota del Cuervo, en donde colaboradores habituales como David López Bellón, Cristina Camps y este que les escribe: José Manuel González Mujeriego, además de otros muchos de forma esporádica, publican fotos sobre la fauna, la flora y las actividades desarrolladas en el Complejo Lagunar. Este es el enlace: https://www.facebook.com/pg/ComplejoLagunarDeManjavacasDeMotaDelCuervo

También puede descargarse el folleto oficial con el itinerario ornitolótico y con la descripción de la flora y la fauna de la laguna en http://agricultura.jccm.es/inap/archivos/manjavacas_enp_foll1.pdf

Muy recomendable también consultar el folleto sobre la Mancha Húmeda. Reserva de la Biosfera – Retos y oportunidades de futuro, en el enlace:
http://www.castillalamancha.es/sites/default/files/documentos/pdf/20140220/reserva_biosfera_mancha_humeda.pdf

Se recomienda también visitar la página de Turismo Castilla La Mancha, sobre el Complejo Lagunar de Manjavacas
http://www.turismocastillalamancha.es/naturaleza/complejo-lagunar-de-manjavacas-57973/#a

Muy interesante es lo que publica sobre el Complejo Lagunar de Manjavacas la página LA MANCHA VERDE, realizada por http://www.ecoquijote.com. Este es el enlace: http://motaenverde.blogspot.com/2011/09/manjavacas-una-fragil-joya-natural.html

 

ACTIVIDADES DESARROLLADAS ENTORNO AL COMPLEJO LAGUNAR DE MANJAVACAS

DÍA MUNDIAL DE LOS HUMEDALES desde hace unos años se han venido celebrando numerosas actividades con motivo de esta celebración, y otras relacionados (día del árbol, día de las aves…), con la organización del Ayuntamiento de Mota del Cuervo, la participación de biólogos locales, que recorren las aulas para formar y concienciar a los alumnos de Mota del Cuervo sobre la importancia de los humedales, con la afluencia de conocidos naturalistas  y profesores profesores de distintas universidades (Valencia, Castilla la Mancha…), botánicos del CSIC, que imparten sus conferencias sobre Manjavacas y la Mancha Húmeda, con la organización de concursos fotográficos, jornadas de anillamiento de aves, y otras actividades y visitas organizadas al Complejo Lagunar de Manjavacas de Mota del Cuervo. A continuación diferentes fotos de estos eventos:

Día de los humedales.jpgCartel anunciador del Día de los Humedales

dia-de-las-avesCartel anunciador del día de las aves (foto aportada por: Cri Camps)

Dia humedales Manjavacas 2 feb 18 Cri Camps
Así de espectacular lucía la Laguna de Manjavacas en el Día de los Humedales 2/02/2018. (Foto y comentario de la bióloga Cri Camps)

José Espejo (actor teatral del siglo XVIII)

Famoso comediante del siglo XVIII nacido en Mota del Cuervo, en el año 1720. Comenzó a trabajar en Madrid en el año 1748 y estuvo representando obras de teatro hasta 1792 (1).  Sabemos por  Cotarelo (2) “que era obeso y de corta estatura, redondo de cara y que en su manera de ser entraba lo de ser goloso y murmurador”.  Su madre, Dª Inés Izquierdo Recalde era natural de Mota del Cuervo y su padre de Motilla del Palancar. Estuvo casado en dos ocasiones  y tuvo un hermano que fue presbítero en la Mota . Falleció en Madrid en el año 1797 a los 77 años de edad y donó a la Iglesia de Mota del Cuervo un Niño Jesús en una urna.

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Cartel con la imagen de José Espejo en el sainete «El Careo de los Majos», una obra de D. Ramón de la Cruz (foto de la Biblioteca Digital «Memoria de Madrid»).

José Espejo, recorrió toda la escala cómica, interpretando papeles de galanes, vejetes, graciosos y “barba”… siempre con gran aceptación y los aplausos del público.  Una de las obras más famosas donde actuó:  “Chorizos y Polacos” (3) es una zarzuela de costumbres teatrales del siglo XVIII, en tres actos y en verso,  original de Luis Mariano de Larra. La obra estaba basada en las peripecias de la vida teatral del referido siglo XVIII español, partiendo de personajes y hechos reales pero combinándolos libremente. Los personajes principales fueron el Tío Tusa y José Espejo, jefes respectivamente de los chorizos y los polacos.

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Portada del Catálogo de «La Tonadilla Escénica», Paisajes sonoros en el Madrid del S. XVIII, (Museo de San Isidro – Madrid) en donde aparecen numerosas alusiones a José Espejo, como actor teatral de gran éxito.

En el Catálogo de la «Tonadilla Escénica» se recoge también la foto de José Espejo en el sainete «El Careo de los majos (citada más arriba), y se reconoce la gran talla como actor teatral de este actor moteño, junto a otros que gozaron de gran popularidad en la época, como: La Caramba, María Ladvenant y Miguel Garrido. También incluyen en este catálogo una tonadilla «El examen de Espejo», una obra de Luis Misón, que alude en su título a José Espejo, como uno de los actores más célebres de la época, que pasa a ser el personaje principal de esta tonadilla, pretendidamente autobiográfica.

José Espejo, tonadilla El Espejo.jpgTonadilla «El examen de Espejo» de Luis Misón, en el Museo de San Isidro, Madrid.
(foto del catálogo «La Tonadilla Escénica»)

También el dramaturgo español, Don Ramón de la Cruz  Cano Olmedilla, que llegó a escribir más de 300 sainetes, unos apuntes costumbristas de aspecto humorístico,  en donde reflejaba, en verso, las costumbres madrileñas de la época. D. Ramón de la Cruz escribió muchos sainetes para José Espejo (4).

José Espejo está considerado como uno de los grandes del teatro español del siglo XVIII, junto a  actores de la talla de Isidoro Máiquez, primer actor del teatro del Príncipe de Madrid, María Ladvenant, calificada de «Incomparable y grande» por Moratín, Joaquín Caprara, Lorenza Correa, María Antonia Vallejo Fernández «La Caramba»,  Juan Carretero, Miguel Garrido, etc., según se recoge en una exposición permanente del  Museo Nacional del Teatro, en Almagro (Ciudad Real) sobre el  teatro español del siglo XIII.

museo-nacional-de-teatro-de-almagroMuseo Nacional del Teatro en Almagro (C. Real) donde se recoge una exposición permanente sobre los trabajos de José Espejo, entre otros grandes del
teatro español del XVIII (foto Wikipedia)

Aún varios años después de su muerte,  el célebre Moratín le recordaba alabando sus habilidades.

Este moteño ilustre conocía bien las expectativas cómicas del público del Setecientos y su gusto por los graciosos. Hasta el punto que, según cuenta  Luciano García Lorenzo (5): tras asistir al ensayo de la obra “Hormesinda” del famoso autor Nicolás Fernández de Moratín, José Espejo le hizo la siguiente reflexión:

“La tragedia es excelente, señor Moratín, y digna de su buen ingenio de usted. Yo por mi parte haré lo que pueda; pero, dígame usted la verdad: ¿a qué viene ese empeño de componer a la francesa? Yo no digo que se quite de la pieza ni siquiera un verso; pero,  ¿qué trabajo podría costarle a usted añadirla (sic) un par de graciosos?”

El gremio de actores, cantantes y músicos españoles de la época, entre los que se encontraba José Espejo, se aglutinó en lo que se llamó la “Cofradía de Nuestra Señora de la Novena” (6), entre cuyos logros más significativos fue el levantar “La Enfermería del Gremio de Representantes”, vulgarmente conocido como “El Hospital de los Cómicos” que mantuvo su actividad benéfica hasta el 1854, y otros como la fundación del “Montepío de Representantes” como medio para socorrer a los jubilados, viudas y huérfanos de los cómicos, cantantes, bailarines, músicos y demás personal de los teatros.

También en el Diccionario del Teatro, escrito por Manuel Gómez García en 1998, se recoge el nombre de José Espejo, como uno de los comediantes más famosos del siglo XVIII.  En cambio, por aquello de que “nadie es profeta en su tierra”, José Espejo es ahora casi un desconocido para los moteños, por lo que sería bueno proponer otorgarle su nombre al único teatro que hay en la Mota:  el actual Auditorio Municipal.

Notas aclaratorias:

  • (1) Según se recoge en el libro “El teatro español, historia y antología (desde sus orígenes hasta el siglo XIX Estudios)” de Federico Sainz de Robles. 1943
  • (2) Del libro:“El año que vivió Moratín en Inglaterra, 1792-1793” de Pedro Ortiz Armengol. 1985
  • (3) “El teatro español, historia y antología (desde sus orígenes hasta el siglo XIX Estudios)” de Federico Sainz de Robles. 1943
  • (4) Del libro “Diez sainetes inéditos” Don Ramón de la Cruz, Luiggi de Filippo R. Escuela de Arte Dramático, 1955
  • (5) En su libro: “La construcción de un personaje: el gracioso “ editado en 2005 por- Juvenile Nonfiction
  • (6) De “La música española del siglo XIX” de Emilio Casares, Celsa Alonso González – 1995

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Autor:  José Manuel González Mujeriego.
publicado el 24 de enero de 2011 en la web de la Historia de Mota del Cuervo (http://www.mota-del-cuervo.com/historia/personajesver.asp?Id=13)

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.

Pedro Martín de Campos

Pedro Martín de Campos nació en Mota del Cuervo en la segunda mitad del siglo XVIII, fue un erudito conocedor de las prácticas botánicas más convenientes para la mejora de cosechas de cereales de aquella época.

En 1773 este moteño se gradúa por la Universidad de Sigüenza  y obtiene el título de Abogado de los Reales Consejos. (1)

siguenza_-_palacio_episcopalFachada de lo que hasta 1824 fuera la Universidad de Sigüenza (Guadalajara), donde se licenció Pedro Martín de Campos. Actualmente en este edificio está el Palacio Episcopal.

El 7 de junio de 1798, Pedro Martín de Campos, contribuyó con sus aportaciones botánicas a la edición colectiva de un “SEMANARIO DE AGRICULTURA Y ARTES DIRIGIDO A LOS PÁRROCOS”,  a través de los cuales se pretendía instruir  a los agricultores de todo el reino. Entre otras buenas prácticas, este moteño,  les mostraba las ventajas de la SIEMBRA DE TRIGO MATEADO, en contraposición de la siembra a voleo, en donde, el agricultor arroja la semilla sin control, sin posibilidad de gobernar su distribución, y desaprovechando gran parte de las semillas. Estas aportaciones fueron recogidas en el  libro publicado por el Real Jardín Botánico de Madrid en 1798 -Vol. Nº 3 (2).

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Siembra de cereales a voleo (foto: Dª Fátima de Hita Martínez, publicada en http://tertuliadeillescas.blogspot.com.es ).

A continuación recogemos una parte literal de los escritos de Pedro Martín de Campos, en donde recomienda la siembra del trigo mateado, formando pequeños grupos de granos que posteriormente son cubiertos a mano, de forma que luego salen las espigas formando pequeñas matas (mateado).-

“Por tanto he creído que se debe publicar y hacer notorio a todos los labradores del reyno el método que observé en la provincia de Extremadura en la sementera del año calamitoso de 1780.

Viéndose aquellos en el mismo estado de necesidad que lo están casi todos al presente, recurrieron al medio (que sin duda habrían oído a sus mayores) de sembrar los trigos mateados:  y yo que advertí  en algunas tierras esta novedad, procuré informarme y anoté el modo con que lo habían practicado por lo que en adelante se pudiese ofrecer y porque no me desagradó este género de sementera.

Trigo mateado se entiende el que se siembra por el propio método que los garbanzos, las muelas, lentejas y  otras legumbres:  redúcese a que va un hombre detrás del arado con una cesta o esportillo en una mano, y con la otra dexa caer en cada paso quatro o seis granos juntos en lo hondo del surco: vuelve el arado, lo cubre, y el sembrador hace lo propio en el surco abierto, y se continúa hasta concluir la tierra.”…

En resumen, viene a explicar que, con este método de siembra, se consiguen mejores cosechas con menor necesidad de grano en la siembra. Los granos así sembrados nacen todos y no acaban en el estómago de las aves (3) o de los insectos, además de resistir mejor la sequía y el azote de los vientos a la planta.

4-trigoCampo de cereal, sembrado a máquina, formando grupos de matas, que emula el sistema «mateado» que preconizaba Pedro Martín de Campos, pero ahora realizado de forma mecanizada. (foto: Agrovoz)

En sus escritos alude también al refranero popular de la época, cuando dice“peonada de zacho, fanega de trigo”. Se refiere a que cuantas más veces se escarde (se zache) la tierra más producción de trigo se obtendrá…

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Semanario de agricultura y artes dirigido a los párrocos, donde publicaba sus teorías Pedro Martín de Campos. Gentileza de la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico CSIC

Este autor recoge algunas de sus experiencias botánicas en estos textos, como el que citamos sobre las palomas, y en donde cita a Mota del Cuervo, como su pueblo de origen, como podemos ver en el siguiente extracto:

Pedro Martín de Campos escrito.png

(1) ESPAÑA. MINISTERIO DE CULTURA . Archivo Histórico Nacional 1.1.4.1.1//CONSEJOS,12133,EXP.6

(2) “SEMANARIO DE AGRICULTURA Y ARTES DIRIGIDO A LOS PÁRROCOS” Real Jardín Botánico, Edición de 1798.

(3) Aseguraba que había calculado el número de granos que llevaba en el buche una paloma, y que lo  había multiplicado por el promedio de palomas que había en los palomares de la Mota del Cuervo, y que ese trigo ascendía a más de  2.200 fanegas.

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Autor:  José Manuel González Mujeriego
Publicado en Noviembre 2009

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Miembro de la Asociación de Amigos por la Historia de Mota del Cuervo.